Resumen
Somos reses domesticadas listas para el matadero, una detrás de otra, atrapadas, sin voluntad,
sin alma, reproducidas y educadas con el único fin de servir a alguien más. Tras la novela
de Kazuo Ishiguro, Nunca me abandones, es muy difícil no plantearse las preguntas que han
motivado el despertar humano desde la filosofía y otras ciencias, preguntas como ¿quiénes
somos?, ¿qué es la vida?, ¿qué nos hace humanos? Y, quizás la inducción a estas reflexiones
tan abrumadoras, que solo podrían salir de un graduado de filosofía de la Universidad de
Kent en Inglaterra, son la razón de que, en 2017, Kazuo Ishiguro recibiera el premio nobel
de literatura: por su forma de retratar la forma en que impera la incertidumbre sobre los
valores del mundo, sus líderes y sus propias necesidades