Al final del camino

Resumen

A lo lejos vi el spark gris acercarse por la carretera solitaria, conducía en línea recta con dirección a la parada en mitad del camino donde me dijo que la esperara. La brisa de la tarde acariciaba suavemente las hojas y los rayos del sol casi marchitos morían sobre el parabrisas del vehículo que a su vez jugaba a reflejarlos sobre mis ojos. El auto se detuvo frente a mí y Adriana salió de él dejando la puerta del conductor abierta, dio la vuelta al carro y sin mediar palabras ocupó el lugar del pasajero. La puerta se cerró de golpe y con la vista tapada por los grandes lentes oscuros se perdió en el horizonte esperando a que yo me subiera, lento pero seguro anduve hasta el auto, deslicé mi mano hasta la palanca del asiento y ajusté la silla a mi tamaño; después de la secundaria no volví a crecer un centímetro y a los veintitrés supe que jamás pasaría del metro con cincuenta, mientras que Adriana lucía despampanante con su metro setenta y cinco, tenía piernas grandes y robustas que acababan con frecuencia en unos puntiagudos tacones de siete centímetros de alto, haciéndola ver más alta de lo que era, un portento de mujer que nadie entendía que había visto en un enano como yo...