Durante mucho tiempo se pensó que la violencia estaba asociada a la condición humana, que el hombre buscaba naturalmente su condición en la expresión de su animalidad; no obstante, es la sociabilidad y la convivencia la que conduce a la máxima expresión de la condición humana que es la paz. Tanto la violencia entendida en su expresión de conflicto, como la paz como ausencia del mismo, han sido las variables objeto de atención de la humanidad en su devenir histórico. La memoria histórica se recrea en las circunstancias que han dado lugar al establecimiento de la comunidad humana en torno a la organización social del Estado.