CAPITAL SOCIAL COMUNITARIO: UNA APROXIMACIÓN DESDE LA LOCALIDAD DE SANTA FE EN LA CIUDAD DE BOGOTÁ*

COMMUNITY SOCIAL CAPITAL AN APPROXIMATION FROM THE TOWN OF SANTA FE IN BOGOTÁ

PhD Manuel Fernando Cabrera Jiménez**
PhD (e) Yessica Adriana Peña Rios***

*Producto generado en el marco del proyecto: Desarrollo Local a partir del stock de capital social y su dinamismo frente a la IED en Bogotá. Convocatoria No VI Univerisdad ECCI-2022-2023.

**Doctor en Estudios políticos, Magister en docencia, Profesional en Relaciones Internacionales Bogotá, Colombia. Investigador asociado Minciencias, Docente investigador Universidad ECCI Bogotá, Colombia. Líder Grupo GICEA. ORCID: https://orcid.org/0000-0003-1030-8626 Correo electrónico: mcabreraj@ecci.edu.co

***PhD (e) Ingeniería de Proyectos y Sistemas Barcelona, España. Profesional en Comercio Internacional Bogotá, Colombia. Docente investigadora Universidad ECCI. Grupo ICOMMI. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3818-1949 Correo electrónico: ypenar@ecci.edu.co

Citar este artículo así:

Cabrera, M. F. (2024). Capital social comunitario: una aproximación desde la localidad de Santa Fe en la ciudad de Bogotá. Revista Criterio Libre, 22(41).

Fecha de recepción: 4 de abril de 2024 Fecha de aprobación: 20 de mayo de 2024


Resumen

El presente artículo tiene por objetivo identificar si el grado de confianza que expresan los ciudadanos en sus relaciones verticales tienen correspondencia destacable con la asociatividad expresada en redes. Para tal fin, se propone un método de investigación descriptivo donde prima un análisis cuantitativo mediante el uso de una encuesta estructurada creada a partir del modelo Banco Mundial para medición de capital social, se asume como muestra los hogares de la localidad de Santa Fe en la ciudad de Bogotá, se selecciona esta localidad por ser un territorio que en los últimos años ha evolucionado positivamente en la disminución de su condición de vulnerabilidad, con una población que se ubica en estratos dos y cuatro. Sin embargo, los resultados obtenidos evidencian que la problemática nacional de bajo acumulado de capital social se replica en el escenario local, evidenciándose bajo nivel de confianza en actores públicos afectando la generación de redes formales.

Palabras clave: asociatividad; confianza; integración; redes.

Clasificación JEL: D85, F63, H11, Z13.


Abstract

This article aims to identify whether the degree of trust that citizens express in their vertical relationships has a remarkable correspondence with the associativity expressed in networks. To this end, a descriptive research method is proposed, where quantitative analysis is carried out through a structured survey created from the World Bank model for the measurement of social capital. The households of the locality of Santa Fe in the city of Bogotá are assumed as a sample, this locality is selected for being a territory that in recent years has evolved positively in the reduction of its vulnerability condition, with a population that is located in strata two and four. However, the results show that the national problem of low accumulation of social capital is replicated in the local scenario, evidencing a low level of trust in public actors, affecting the generation of formal networks.

Keywords: associativity; integration; networks; trust.

JEL Classification: D85, F63, H11, Z13.


Resumo

O objetivo deste artigo é identificar se o grau de confiança expresso pelos cidadãos em seus relacionamentos verticais tem uma correspondência notável com a associatividade expressa nas redes. Para isso, propõe-se um método de pesquisa descritivo onde prevalece uma análise quantitativa através do uso de uma pesquisa estruturada criada a partir do modelo do Banco Mundial para medir o capital social, assume-se como amostra os domicílios da cidade de Santa Fe na cidade de Bogotá, esta localidade é selecionada porque é um território que nos últimos anos evoluiu positivamente na redução de sua condição de vulnerabilidade, com uma população localizada nos estratos dois e quatro. No entanto, os resultados obtidos mostram que no problema nacional de baixo capital social acumulado é replicado no cenário local, evidenciando um baixo nível de confiança nos atores públicos que afetam a geração de redes formais.

Palavras-chave: associatividade; confiar; integração; redes.

Classificação JEL: D85, F63, H11, Z13.


1. Introducción

El capital social ha logrado relevante visibilidad en las últimas décadas desde la perspectiva de la ciencias sociales y económicas en gran parte del mundo, como resultado del trabajo científico de economistas y sociólogos que han demostrado en diversos estudios que este recurso inmaterial intrínsecamente tiene la posibilidad de potencializar capacidades colectivas en grupos sociales que interactúan en redes colaborativas basadas en la confianza y asociatividad (James et al., 2021) la construcción de este recurso, está condicionado a factores educativos, culturales y democráticos que evidencian el grado de desarrollo social de un conglomerado de ciudadanos.

En Colombia, la generación de capital social esta condiciona al desarrollo cívico, económico y político de una sociedad expresado en su estabilidad democrática y calidad de vida como se ha evidenciado diferentes estudios realizados, en el contexto del país se han aplicado cuatro mediciones de capital social -1997, 2005, 2011, 2017-. Los resultados en el los últimos tres periodos, han demostrado una caída del capital social a nivel nacional y por ciudades, centrando este análisis en el caso de Bogotá, donde se pasó en una escala ente 1 y -1 del 2005 K-social 0.422 a una caída en 2011 un promedio de K-social en -0.090 y en el 2017 a un K-social -0.756, situación que evidencia el deterioro de este recurso en nuestra sociedad (Sudarsky & Contraloría General de la Nación, 2018).

La presente investigación se propone como principal objetivo, identificar si la tendencia del país y la ciudad disminuye en su medición como en su participación y asociatividad en asuntos públicos, se replica de igual forma en la localidad de Santa Fe. Afectando así, el grado de confianza y asociatividad de los ciudadanos en virtud de su compartimiento social, causando por la disminución del capital social comunitario en la localidad impactando su calidad de vida, en este contexto se propone como pregunta central: ¿Incide el grado de confianza del ciudadano en la capacidad de asociatividad vertical y generación de capital social comunitario en la localidad de Santa Fe en la ciudad de Bogotá? interrogante que se pretende abordar en el desarorllo de la presente investigación.

Como hipótesis se asume que el acumulado de capital social en el contexto de país y ciudad es muy bajo lo que expresa baja participación ciudadana, confianza y respeto a la normatividad evidenciando una sociedad individualista y poco cívica. Según las mediciones realizadas en 2017, el declive del capital social es drástico, dicha realidad, conlleva a una afectación en la construcción de civilidad y participación ciudadana, factor que condiciona las posibilidades de desarrollo y generación de tejido social, para corroborar esta tendencia, se realiza un estudio del fenómeno en la localidad de Santafé en la ciudad de Bogotá, con el fin de constatar si esta tendencia es permanente y la generación de redes asociativas basadas en la confianza es baja, así como el comportamiento cívico de la sociedad no genera un dinamismo que evidencien cambios y se continua replicando la tendencia colombiana (Sudarsky & Contraloría General de la Nación, 2018).

2. Conceptualización del capital social

El concepto ha sido trabajado desde principios del siglo XX, desde la perspectiva de Hanifan (1916), un maestro de escuela norteamericano que analizó como el mal comportamiento de los ciudadanos incrementaban los niveles de desinterés de la población en general frente a los asuntos colectivos, por la falta de comunicación, reconocimiento de la normatividad e inexistencia de redes colectivas, este análisis estaba basado principalmente en evidenciar la carencia del respeto a las normas, afectado así la estructura cívica establecida en Estados Unidos.

Posteriormente, con base en el enfoque de la escuela estructuralista, se plantea el termino capital social, en una perspectiva más holística basada en dos vertientes, la cultural y la estructural, soportado en parte en los estudios sociológicos de (Bourdieu, 2021) quien concibe el capital social como un recurso dinámico el cual este articulado con el territorio donde se crea y las características educativas y culturales de su población.

Los planteamientos de (Coleman, 1990) parten desde la mirada estructuralista basado en el institucionalismo donde destacan elementos como la educación y la decisión racional que conlleva al reconocimiento de la toma de decisiones colectivas, sin desconocer el interés individual del sujeto el cual por medio del capital social puede solventar las necesidades individuales en un tejido social fortaleciendo así, el desarrollo humano como lo plantea por Teachman et al., (1996) quienes resaltan la importancia del fortalecimiento de la educación como un factor incidente en la asociatividad y generación de redes así como el reconocimiento de la instituciones y la incidencia de la normatividad como factor de control que influye las redes asociativas y el logro de los objetivos (Durston, 2000).

Putnam (1994), propone una vinculación entre capital social comunitario y desarrollo económico, a partir del estudio comparado realizado entre la región norte y la región sur de Italia a finales de los años ochenta; observando que una sociedad con mayor acumulación de capital social es más proclive al crecimiento económico que aquella que carece de este recurso, Chiang et al. (2021) resalta la relevancia de las redes verticales entre gobierno y sociedad civil para incrementar el crecimiento económico y político.

En perspectiva netamente economicista Ostrom et al. (2003) reconocen el capital social como un recurso propio de un conglomerado social determinado por el interés, los estímulos y principios sociales que permean la acción racional expresada en generación de redes. En este sentido, las redes juegan un papel importante en la administración de los recursos comunes, las cuales se materializan a partir de reconocer y compartir normas, grados de confianza y valores sociales entre agentes comunitarios que dinamizan el desarrollo de la acción colectiva, en este sentido, el capital social es vinculante con el capital económico y natural disponible en la sociedad (Pyo et al., 2023).

Bajo este mismo enfoque, Haldar & Stiglitz, (2016) abordan el capital social principalmente desde el análisis de sus fuentes, es decir, la interacción social como base de la generación de instituciones y como estas se articulan con las organizaciones públicas y de gobierno reconociendo grados de confianza en virtud de la generación de redes asociativas, que posibilitan alternativas mucho más optimas de desarrollo en el escenario de lo público, postura que ha sido trabajada posteriormente por (Tanaka & Tokimatsu, 2020).

Así mismo, se reconoce el capital social como recurso inmaterial altamente incidente en el desarrollo comunitario (Coleman, 1990) este se puede comprender como un campo multidisciplinar donde la interacción entre agentes de la estructura social establecida potencializan la generación de redes que promueven la asociatividad basada en el desarrollo de dos dimensiones propias del concepto del capital social las cuales son: cognitiva o cultural y estructural.

El capital social cognitivo o cultural hace parte de la esfera individual del sujeto moldeada por la educación e idiosincrasia, se materializa en el reconocimiento de valores que expresados socialmente permiten la generación de entornos de reconocimiento mutuo de derechos y obligaciones. Estas representaciones sociales permiten que "las comunidades conviertan una realidad física en construcciones perceptibles de aquello que las rodea convirtiendo lo extraño en familiar" (Ortegón Machado, 2018, p. 334).

La dimensión del capital social cognitivo o cultural tiene coherencia directa con la relación entre moral, cultura y Estado, empoderando al sujeto de la capacidad de vincularse a un sistema fianza, solidaridad y reciprocidad de la sociedad frente al desempeño institucional como fundamento del Estado de derecho (Bourdieu, 2021).

El acervo teórico del capital social cognitivo o cultural se ha ido fortaleciendo con trabajos en el campo sociológico y económico, en particular desde la obra de Fukuyama, (2018) quien aborda el estudio de la confianza en su teoría, destacándola como un recurso indiscutible en la generación de relaciones sociales y económicas, donde el sujeto es el centro del desarrollo social de un conglomerado y se construyen valores colectivos que permiten trasgredir la perspectiva irracional del interés estrictamente individual, promoviendo un proceso de transición a la esfera pública expresada en solidaridad recíproca posibilitando así, una eficiencia económica colectiva que caracteriza las sociedades más desarrolladas.

Desde la perspectiva Woolcock (1998), el capital social cognitivo o cultural incrementa la asociatividad, y la potencializa como un factor que fomenta y crea diversas oportunidades para minimizar efectos negativos de los costos de transacción en el desarrollo de políticas públicas orientadas a empoderar a los colectivos con mayores herramientas con el fin, de sortear problemáticas propias de la exclusión o condición de vulnerabilidad o carencia en grupos sociales.

El enfoque estructuralista del capital social, se fundamenta en el reconocimiento de las normas que permiten la existencia y articulación de las estructuras del sistema social. Hablar de capital social estructural es términos de González-Bailón et al. (2014), es retomar los principios de organización de la estructura y valorar la relevancia de las redes que genera, a partir de la articulación de diferentes agentes sociales como los son: los individuos, los gremios, las organizaciones productivas, las organizaciones sociales e instituciones del gobierno, los cuales interactúan entre sí, bajo el desarrollo de relaciones de poder que permiten la movilidad de recursos (Al-Tit et al., 2022). Bajo esta dinámica, surge el capital social comunitario expresado en redes institucionalizadas como son las generadas de forma vertical entre instituciones y sujetos en virtud del interés colectivo comunitario.

Así mismo, también puede generarse capital social estructural a nivel de relaciones horizontales en redes densas y cerradas donde es posible intercambiar favores entre sujetos creando obligaciones de reciprocidad, "…así pues, sociedades que poseen redes sociales con elevados niveles de capital social tienen menos problemas que otras sociedades deficitarias en redes sociales y con menos recursos de capital social, como intentan acreditar numerosas investigaciones realizadas por Putnam" (García-Valdecasa, 2011, p.134).

En Colombia se han desarrollado cuatro mediciones de capital -1997, 2005, 2011 y 2018- realizadas bajo la metodología del sistema del barómetro del capital social (BARCAS), donde se determinan diversas dimensiones, la cuales se dinamizan por medio de variables y se correlacionan con indicadores de medición, proceso que esboza el grado de internacionalización y avance de la población en términos de comprensión y apropiación expresada en acciones que construyen capital social, dicho proceso se ha desarrollado bajo el acompañamiento de la Contraloría, General de la Nación, la fundación Barco y el liderazgo John Sudarsky entre otros.

Los aportes relevantes surgen, a partir de la identificación de categorías estructurales y cognitivas que permite instrumentalizar la medición del capital social a partir de revisar la cultura y comportamiento cívico del ciudadano nacional, perspectiva que a llevando temernos generales a observar un muy bajo nivel de Stok de capital social en el territorio hasta 2011, realidad que se agrava en la más reciente medición, donde el panorama evidencia una inexistencia del recurso y de su reconocimiento lo que conlleva a identificar una situación compleja en que afecta la dinámica de la población colombiana en general (Sudarsky & García Díaz, 2020).

3. Enfoque comunitario del capital social

Desde la perspectiva de organismos como la CEPAL y el Banco Mundial investigadores como (Durston, 2000) y (Woolcock, 1998) quienes reconocen dos grandes espacios en el espectro del capital social comunitario, por una parte, se identifica la movilización de recursos por parte de los grupos formales como una capacidad social en la cual confluyen dos componentes relevantes para el Estado como son la confianza y la asociatividad como base del empoderamiento del ciudadano.

En segundo lugar, se destaca el rol y sentido de las redes como base de la articulación de sujetos e instituciones de manera formal en sentido vertical, generando de esta forma relaciones o redes al interior de la sociedad, a diferencia de la integración horizontal que articula personas entre conjuntos al mismo nivel, generando relaciones puente de modo informal con actores exógenos incrementando el sentido solidario como lo plantea Atria et al. (2003), "El capital social comunitario debe estar siempre orientado al beneficio colectivo… las dimensiones de confianza, asociatividad y empoderamiento, conforme a las situaciones específicas en que se encuentran los grupos sociales en condiciones de pobreza, constituyen la base para la gestión gubernamental" (p.589).

Los planteamientos sobre capital social comunitario propuestos por Durston, (2000) han permitido clasificar de una forma funcional el capital social con visiones diversas, catalogándolo como Individual y comunitario. El individual reconoce la estructura normativa y surge desde el interés particular de la persona desde la decisión racional, transformado por el reconocimiento y comportamiento cultural, en segundo lugar, se reconoce la perspectiva comunitaria, considerada relevante para el desarrollo de estructuras sociales con cierto grado de complejidad donde se articulan diversos agentes, se caracteriza por tener una perspectiva sistémica, donde todas las partes son prioritarias para la consolidación de un todo, Durston para argumentar esta perspectiva, reconoce los aportes de (Bourdieu, 2000) sobre capital simbólico y cultural y su articulación con la creación de capital social.

Por lo tanto, se considera que la asociatividad y la confianza entre sujetos sociales se asumen como punto de partida del capital social comunitario, surge del reconocimiento de las relaciones entre agentes sociales a nivel cultural económico y político, conformando así, un escenario viable para generar recurso inmaterial expresado en el comportamiento asociativo de los ciudadanos con las instituciones y entre sí (Durston, 2002).

El capital social comunitario, debe ser formalizado bajo participación democrática de diferentes actores sociales, que en uso de su ciudadanía logren aunar recursos en pro del beneficio colectivo. Es de resaltar, que no basta para su generación y acumulación, la intensión individual de vincularse a grupos o redes formales o informales, ya que esta vinculación, se debe legitimar bajo acuerdos o principios fundados en la norma y la gestión pública componentes que potencializan la asociatividad que va más allá del interés particular, permitiendo aportar colectivamente a la creación e implementación de estrategias frente a fines comunes compartiendo recursos tangibles e intangibles, principios y valores sociales (Adler & Kwon, 2002).

4. Confianza y sus implicaciones asociativas

Como ya se ha expuesto, el capital social se caracteriza por generas redes que potencializan la asociatividad, en este sentido, para el logro de este objetivo la confianza en términos de Fukuyama, (2018) cobra una especial relevancia, pues se cataloga como un activo no tangible que se comporta como un dispositivo de gobernanza, reconocido como un factor incidente en la generación de vínculos sociales entre agentes públicos y privados "…la confianza interpersonal, denota el grado de relacionamiento no solo entre los individuos, sino también con algunos grupos sociales específicos, que traspasan las relaciones de proximidad y vínculos cercanos familiares y amigos" (Martínez-Cárdenas, 2017, p 71).

Putnam (2011) quien evidencia en sus estudios en democracia, que existe una alta relación entre confianza y normatividad, componentes pivótales del capital social los cuales permiten un buen ejercicio de la gestión de los gobiernos que se orientan al fomento de redes cívicas en virtud de la asociatividad, en este sentido, la civilidad que surge de redes locales se convierte en el epicentro del desarrollo cívico colectivo que incrementa la interacción entre organizaciones y ciudadanos construyendo de esta forma, confianza a partir del relacionamiento y por ende, fomentando la cooperación entre actores. Dichos efectos pueden sobrepasar la percepción individual de la persona, a partir que el ciudadano socializa su experiencia dentro de la red en su entorno próximo (Riffo et al., 2019).

La confianza es considerada como un componente decisivo en la toma de decisiones, debido a que es un fundamento de la acción racional Sen (2000), la aborda como una de las cinco principales libertades que se deben gestan en la interacción democrática que permite un mejor desarrollo humano de los sujetos en diversos escenarios colectivos. En términos de Tobar (2011), la confianza se vincula al desarrollo, transformando escenarios como la cultura política y la participación ciudadana, incrementando calidad a los procesos y legitimidad de la acción social en virtud de la intervención de agentes y organizaciones oficiales.

La confianza está presente en el comportamiento social del sujeto, pero a la vez, incide en la acción colectiva, ya sea por medio de la educación, la cultura y civilidad, reconociendo como estos factores moldean y propician acciones económicas "La confianza es la expectativa que surge dentro de una comunidad de comportamiento normal, honesto y cooperativo, basado en normas comunes, compartidas por todos los miembros de dicha comunidad" (Fukuyama, 2018, p. 46).

En síntesis, la confianza cobra un papel relevante en el desarrollo de la gobernanza y construcción de la democracia, su reconocimiento garantiza una mayor dinámica asociativa entre agentes sociales (Cabrera-Jiménez, 2018), así mismo, la acción racional y la administración pública potencializan el desarrollo económico a partir del fortalecimiento de redes creando así, capital social asociativo, "los conceptos de red social, de normas compartidas y confianza y de reglas formales e informales se pueden reunir productivamente bajo la rúbrica de capital social" (Ostrom et al., 2003, p. 155).

5. Características demográficas localidad de Santa Fe

La localidad de Santa Fe se ubica en la zona centro oriental de la ciudad de Bogotá, cuenta con una extensión de 293 hectáreas, se divide en 78 barrios, organizados en 5 UPZ y alberga 35.404 hogares. Su área por estrato se clasifica así: Estrato 1: 2,5%, estrato 2: 25,3%, estrato 3: 42,8% y estrato 4: 29,4%. El territorio presenta una cobertura en servicios públicos de un 99.05% los procesos de participación comunitaria se dinamizan de forma particular en la localidad debido a que presenta un buen número de grupos diversos a nivel económico, educativo, cultural debido en parte al dinamismo económico y la concentración de centros educativos, así como del crecimiento del turismo en la ciudad y en la localidad. Esta Localidad se asume como actor central de este ejercicio investigativo debido a la proyección del centro de la ciudad con base en el dinamismo y evolución que ha presentado en los últimos años, la cual venia en un periodo de deterioro en algunos sectores de sus de sus Zonas de Planeación Zonal UPZ por la declaración de zona de tolerancia en el perímetro del barrio Santa Fe en el año 2008, esta decisión sin duda sumo al deterioro social y físico de la localidad (Secretaría de Planeación, 2020).

El desarrollo del centro de la ciudad se fundamenta en la realización de planes estratégicos de renovación urbana, como por ejemplo Estación Central propuesto por la Alcaldía Mayor de Bogotá, el cual generará trasformación urbana a partir del fortalecimiento y desarrollo de los ejes de transporte masivo en Bogotá en la Av. Caracas y la calle 26 y la carrera 10, proyectándose la creación de grandes centros habitacionales y de desarrollo de comercio ordenado con grande zona verdes articuladas con los lineamientos sociales del plan Bogotá Humana incrementando la construcción de más de 19.000 metros cuadrados de espacio público, así mismo se está desarrollando el proyecto Triangula Fenicia que favorece la construcción de solucione habitacionales para universitarios así como la rehabilitación de zonas deprimidas en los barrios Germania y las Aguas (Cámara de Comercio de Bogotá, 2020).

6. Metodología

El Presente trabajo se realizó bajo un enfoque de investigación descriptiva con un método del análisis cuantitativo principalmente, que sustentado en revisión documental permitió construir el soporte teórico necesario para la definición de las categorías del capital social que se abordan en el estudio de caso, en este sentido, se diseña un instrumento basado en la encuesta del Banco Mundial propuesta para la medición del capital social en 2004, Integrated Questionnaire for the Measurement of Social Capital (SC-IQ) tomando los ítems sobre confianza y asociatividad y ajustándolos al contexto local, proponiendo preguntas cerradas en escala Likert, para el proceso de validación se realizó muestreo con 25 participantes a quienes a nivel de prueba realizaron los ajustes en términos de comprensión de los ítems, así como la validez de los planteamiento coherentes con los lineamientos del marco teórico, e este sentido, se ajustó el documento y se aplica a la muestra seleccionada 381 hogares, es de aclarar que el modelo propuesto por el banco mundial sirvió como ejemplo para la estructura de los reactivos tratando de guardar la coherencia con la particularidad de la presente investigación.

Se identifican un total de 34.404 hogares según datos oficiales Alcaldía Mayor de Bogotá, en la localidad de Santa Fe, se manejó una heterogeneidad del 50%, un margen de error de 5% y un grado de confianza de 95% determinando una muestra de 381 hogares.

A partir de un proceso de cartografía del territorio en la localidad de Santa Fe, se identificaron cinco Unidades de Planeación Zonal UPZ (Sagrado Corazón, La Macarena, Las Nieves, Las Cruces y Lourdes) con un total de 78 barrios con una extensión de 45.17 kilómetros cuadrados. Se asume un muestreo aleatorio simple para la recolección de datos primarios de forma aleatoria simple. Después de la aplicación del instrumento en ciudadanos mayores de 18 años y con su previo consentimiento informado, se procede al análisis estadístico mediado por el software SPSS, generado un análisis de frecuencias en cada ítem abordado, así como el cálculo de índices de las variables de confianza y asociatividad que posteriormente permiten plantear un modelo de regresión simple, el cual valide o no la hipótesis propuesta en virtud del problema identificado.

Donde los parámetros de, se relacionan a las variables independientes de los criterios de confianza y asociatividad frente a la percepción de cada una de las variables, para analizar la relación del capital social comunitario y su incidencia en el desarrollo de las comunidades principalmente en la población de la Localidad de Santa Fe en la ciudad de Bogotá (Bungue, 2002).

6. Resultados

La aplicación del instrumento en la localidad de Santa Fe, con una muestra de 381 hogares según el perfil socioeconómico la mayor representación de población son las personas que se encuentran en un rango de edad 18-23 años con un 38%, son quienes se consideran como un integrante productivo para la sociedad y realiza un aporte económico importante en los hogares, proporcionalmente la población de estudio se encuentra el 47% hombres y 47% de mujeres destacando los géneros de comunidad, destacándose principalmente el nivel de formación tecnológico el 45% los cuales permite la ubicación laboral en tareas operativas y de mayor ocupación para la edades entre 18-33 años percibiendo menos de un SMMLV.

El proceso de análisis de frecuencias permitió conocer tendencias socioeconómicas generales de la muestra, así como su percepción sobre confianza en diferentes dimensiones y asociatividad, resultados que permiten generar una caracterización de la muestra en virtud de los porcentajes obtenidos posibilitando así, un análisis descriptivo el cual potencializa el desarorllo de un análisis de regresión lineal entre las dos variables definidas, confianza y asociatividad con los cuales se calculan inicialmente unos índices que permiten abordar el objetivo central del presente artículo y posteriormente, se plantea un proceso de regresión lineal.

Las tendencias socioeconómicas de la muestra y la percepción sobre las diferentes dimensiones permiten generar un diagnostico donde las dos criterios, evidencian la relación con cada variables propias del escenario permitiendo determinar como la población de la localidad tiene mayor desconocimiento de factores que son naturales del capital social pero sin los recursos necesarios pueden mejorar el desarrollo y las condiciones de vida en el territorio, en la siguientes tablas se amplía el análisis en cada aspecto esta percepción:

El índice de confianza horizontal, se calculó con los resultados obtenidos entre confianza en familiares, en amigos y en vecinos, observándose una alta valoración en familiares, se observa, una media de este índice de 0,53 lo que se puede considerar como positivo para la generación de capital social, siendo un resultado predecible, según los fundamentos teóricos, la confianza prima en redes generadas bajo asociatividad horizontal informal o de cercanía entre personas. En este sentido, se privilegia la generación de capital social expresado principalmente en solidaridad, sin embargo, para la generación de capital social comunitario se requiere confianza en una esfera general con las instituciones.

Este índice se construyó a partir de las variables denominadas confianza en gobierno local, nacional y en la policía, se evidencia una media de 0,30 lo que indica una muy baja confianza en los estamentos públicos por parte de los ciudadanos, esta tendencia da cuenta también de bajo interés por el desarrollo de lo comunitario, demostrando bajo interés en el entorno público y vinculación vertical con los programas y acciones cívicas, afectando el reconocimiento de su esfera de influencia del capital social. Así mismo, la baja confianza en la policía dando lugar a una sociedad con bajo nivel de civilidad y respeto por las normas lo que afecta directamente la estabilidad y seguridad de la población en el territorio.

El presente índice se calculó a partir del cruce de variables como confianza en ciudadanos no conocidos, en grupos religiosos en inmigrantes y en medios de comunicación. La media obtenida es de 0,40 lo que significa que está por debajo de la media, sin embargo, se puede observar con preocupación que se confía más en agentes externos algunos desconocidos o inmigrantes, frente a entidades del gobierno, comportamiento preocupante frente a la construcción de civilidad y asociatividad.

El índice de asociatividad que igual que los anteriores se calcula en una escala de 0,0 a 1,0 donde los datos más cercanos a 1,0 tienden a generar mayor generación en este caso de asociatividad, esta se calculó, teniendo en cuenta variables tales como respeto e interiorización de las normas, valoración de la cultura ciudadana, participación y reconocimiento de redes y solidaridad, variable reconocidas por Putnam (1994) y Durston (2000) para la generación de capital social comunitario expresado en asociatividad, se identifica una media de 0.56, valor relevante pero no suficiente para la generación de capital social comunitario en la localidad.

Estructura de la Ecuación:

Para identificar si existe relación de incidencia, se definieron como variables prioritarias las siguientes: V. dependiente: asociatividad y V. Independiente confianza adicionales, en la que se emplearán los índices calculados, adicionalmente, se contemplan variables como ingreso, empleabilidad, formación, las cuales se sospecha tienen incidencia en el modelo. Después de correr el modelo, se analiza que el R de 109 lo que puede determinar que, aunque el modelo no es contundente si existe correlación entre las variables, destacando la confianza horizontal. Por su parte, la prueba ANOVA evidencia significancia estadística en el modelo, resultados que permiten validar la hipótesis planteada de bajo nivel de incidencia de la confianza en la asociatividad, sin ser contundente su afectación, resultado coherente con estudios propios a nivel nacional que validan la tendencia.

7. Conclusiones

El desarrollo de la investigación se delimita el grado de confianza de los ciudadanos en la 3ra localidad de Bogotá conocida como Santa Fe, para determinar la capacidad de asociatividad después de mediciones nacionales, por el cual se establece la pregunta problema donde se logrará evidenciar la medición y los factores determinantes de la asociatividad local, por medio del instrumento estadístico Integrated Questionnaire for the Measurement of Social Capital (SC-IQ) ajustado a la localidad, aplicando los procesos de un enfoque metodológico descriptivo y el uso de un método cuantitativo que permitió la validez de la hipótesis con la prueba ANOV. Por esta razón, los resultados demuestran el desmejoramiento de los índices del capital social en general, ya que incide variables sociales y políticas locales que se encuentran con un alto nivel de desinterés en la participación ciudadana en aspectos propios del territorio y el desconociendo frente a la normatividad por un pensamiento que es común en la muestra, el cual representa el comportamiento individualista de la muestra.

Se evidencia que el capital social comunitario es altamente incidente en el desarrollo de las comunidades, sin embargo, en el caso de la localidad de Santa Fe se pudo comprobar que se mantiene la tendencia de declive y desinterés de sus habitantes por trabajar por lo comunitario, siguiendo la tendencia nacional. Observándose también niveles de confianza discretos frente a la gestión de actores políticos del territorio, validándose categóricamente la hipótesis propuesta. Los análisis estadísticos realizados evidencian que en términos de confianza, solamente es incidente en la asociatividad generada con base en la confianza horizontal, dejando en segundo plano, la confianza vertical creada con instituciones actores gubernamentales y con agente externos, situación que evidencia una problemática altamente incidente en la construcción de civilidad en nuestro entorno, demostrado que en el contexto de la localidad existe baja asociatividad entre agente sociales, afectando de esta forma, la generación de capital social comunitario expresado en políticas sociales y redes desarticuladas de la participación ciudadana que tienen amplia relevancia e incidencia en el desarrollo local y en la búsqueda de soluciones a sus carencias colectivas.

Por otra parte, se observa que la población desconoce herramientas de participación ciudadana que permita la construcción de un engranaje fundamentado en la asociatividad de diversos actores sociales, que potencialicen las capacidades de involucrar ciudadanos y programas públicos, en virtud de construir un tejido social más fuerte, capaz de responder y gestionar las demandas colectivas de la comunidad en esta céntrica localidad de la ciudad de Bogotá.

Es de resaltar, que desde una perspectiva teórica y pragmática en territorios con mayor nivel de desarrollo económico y social , el capital social comunitario tiene alta incidencia en el desarrollo endógeno del territorio y su sociedad, demostrándose que aquellos enclaves que carecen de este recurso inmaterial caso particular de la localidad de Santa Fe en a ciudad de Bogotá, tienden a privilegiar más el interés individual y por ende el fortalecimiento del individualismo, lo que puede generar altos niveles de atomización en la población y el fortalecimiento de grupos al margen de la ley, quienes ven como relación vulnerable y débil entre la articulación entre normatividad, gestión pública y sociedad civil, identificando así, una oportunidad de posicionarse e infringir el orden social establecido, buscando el usufructo particular, esta realidad, que se asume como rutinaria en el entorno de una sociedad fragmentada carente de cohesión y fortalecimiento de la gestión pública al servicio de la sociedad.

La carencia de capital social comunitario que se observa en la localidad de Santa Fe en la ciudad de Bogotá, propicia que los intereses colectivos de los ciudadanos no se armonicen con sus demandas individuales, afectando la participación ciudadana y la generación de constructo colectivo funcional y eficiente, no reconociendo en la asociatividad un medio efectivo de representación de sus intereses individuales, y por ende generando bajos niveles de reconocimiento del alcance del ejercicio ciudadano en el marco de la democracia.

En el presente estudio, se demuestra este comportamiento en la localidad analizada, sin embargo, que se puede asumir como una tendencia del comportamiento en todo el país, demostrándose los bajos niveles de participación ciudadana, realidad que guarda estrecha coincidencia con los estudios de medición de capital social oficiales generados en 1997 stock C.S: 0.40, 2005, stock C.S: 0.22, 2011 stock C.S: 0.01 y 2017 stock C.S: -0.04 según medición de capital social nacional 2018 observándose una caída contundente en el último periodo a nivel nacional aunado a esto la sociedad local, enfrenta problemas económicos de desempleo de inseguridad que se van moldeando cada vez más la descomposición en el territorio y crisis social.

Queda sobre la mesa, la necesidad de diseñar y materializar políticas públicas atractivas y funcionales frente a las necesidades de la sociedad, que permitan a los agentes interactuar en función de crear redes que potencialicen soluciones colectivas, que en lugar de atomizar la sociedad fortalezcan el colectivo fundamentado en la confianza, siendo este una característica de nuestro contexto social. La ciudad de Bogotá y sus localidades, evidencian una realidad preocupante en términos de inseguridad, falta de civismo y bajos niveles de desarrollo en calidad de vida situaciones que afectan el desarrollo endógeno.

El paradigma del capital social en contextos internacionales ha evidenciado desde su uso y reconocimiento alta capacidad de incidencia en sociedades desarrolladas, marcando una diferencia en términos de desarorllo y sus variables conexas de aquellas que carecen de capital social como en el caso de la sociedad colombiana, desconociendo las potencialidades propias de este recurso inmaterial en cual, incrementa la confianza, la asociatividad, la articulación entre ciudadanía y Estado características que repercuten en generar mejor calidad de vida de los ciudadanos así como el fortalecimiento de la democracia, procesos que se fundamentan en el reconocimiento de la institucionalidad, la generación de vínculos de confianza verticales y el respeto por los derechos colectivos, construyendo un tejido social equitativo y justo. Finalmente, el presente análisis puede servir como base para el planteamiento de otros estudios en el campo del capital social comunitario, en escenarios con características similares o diversas realizando estudios comparados entre grupos sociales, con la finalidad de evidenciar realidades y plantear posibles soluciones que permitan un bienestar a la comunidad desde la reflexión o desde la praxis.


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