El mundo ha experimentado un notable aumento en la aparición y prevalencia de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT), como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y la obesidad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares causan 17,9 millones de muertes anuales, y 1,6 millones por diabetes 1.
Las ECNT están relacionadas entre sí a través de su fisiopatología, lo que representa un desafío en la salud pública debido a los altos costos para el sistema de salud por el manejo y las complicaciones de estas patologías 2.
En la región de las Américas, las ECNT causan aproximadamente 5,5 millones de muertes al año 3. En los últimos diez años, los datos señalan que la hipertensión arterial se ha convertido en una de las principales causas de enfermedad. Esto se refleja en la estadística que indica que cuatro de cada diez adultos en el mundo sufren de hipertensión arterial. Esta proporción aumenta con la edad, casi triplicando su porcentaje de presentación al envejecer del 10 % al 50 % 3.
De acuerdo con información de la OMS, la obesidad ha aumentado a pasos agigantados en todo el mundo desde 1975 y, en 2016, el 39 % de las personas mayores de 18 años tenían sobrepeso, mientras que el 13 % eran obesas. Además, se estima que hay más de 347 millones de personas con diabetes en el ámbito mundial 4.
Las relaciones entre trabajo, salud y comunidad, han sido estudiadas en diferentes momentos, así como también los efectos que tiene el trabajo y su entorno en la salud de las personas al determinar que, en el entorno laboral, el trabajador está en relación con situaciones físicas y psicológicas dañinas. Es necesario considerar que, aunque los trabajadores tengan condiciones laborales adecuadas, pueden tener estilos de vida poco saludables que, en conjunto, contribuyen al desarrollo de estas enfermedades 5.
No obstante, el trabajo representa un espacio en el cual las personas dedican la mayor parte de sus horas diarias, siendo así necesario que cuenten con condiciones laborales que les permitan llevar un estilo de vida saludable 6. Además, es deber de la empresa asegurar un entorno laboral adecuado para prevenir los riesgos que puedan afectar a los trabajadores de la organización 7,8. Sin embargo, es un compromiso del trabajador cumplir con las indicaciones médicas para el control de su ECNT. Se halló que es importante iniciar al interior de las organizaciones programas de estilos de vida saludables para cambiar hábitos negativos en los trabajadores y promover el autocuidado. El ámbito empresarial es un espacio ideal para conseguir este resultado, pues es donde el trabajador permanece la mayor parte del día 9.
Ahora bien, un entorno laboral saludable se describe como aquel en el que los trabajadores y jefes colaboran en la implementación de un proceso de mejora continua, que tiene por objetivo proteger y fomentar la salud, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores, así como la sostenibilidad del lugar de trabajo 10. Esto implica considerar aspectos relacionados con la salud, la seguridad y el bienestar en el entorno físico y psicosocial del trabajo, inclusión de la organización del trabajo y la cultura laboral, los recursos en el lugar de trabajo y formas de participar en la comunidad para mejorar la salud de los trabajadores y sus familias 11.
Por otra parte, la actividad física, y la calidad y cantidad de alimentos consumidos tienen una influencia social, y el entorno laboral proporciona un contexto propicio para que esta influencia se manifieste 12.
En lo que respecta al estrés laboral, como factor de riesgo psicosocial en el trabajo, este puede contribuir a exacerbar la salud de los trabajadores con ECNT y afectar negativamente el funcionamiento y los resultados de la empresa 13.
El objetivo del presente artículo es revisar la literatura existente sobre la importancia de los entornos laborales saludables en el control de ECNT (diabetes mellitus, hipertensión arterial y obesidad). Dada la creciente prevalencia de estas enfermedades y su impacto en la productividad laboral, es crucial comprender cómo las condiciones de trabajo influyen en la salud a largo plazo. Esta revisión bibliográfica se justifica para identificar las relaciones clave entre entornos laborales y enfermedades crónicas, proporcionando una base sólida para el diseño de estrategias de prevención y promoción de la salud en el ámbito laboral.
Se llevó a cabo una revisión bibliográfica en bases de datos como Scielo, Pubmed, ScienceDirect y Google Académico. Se incluyeron libros, artículos originales y de revisión que permitían el acceso al texto completo y que habían sido publicados entre 2015 y 2022. La revisión se centró en la influencia de los entornos laborales saludables en el control de las ECNT, y se consideraron artículos en idioma inglés y español. Se excluyeron los artículos de opinión, así como los estudios que presentaban sesgos metodológicos o resultados contradictorios.
Durante la revisión, se identificaron aspectos relevantes, tanto aquellos ya conocidos como los desconocidos, así como cuestiones que podrían generar controversias. El enfoque de la revisión fue de tipo descriptivo, con el propósito de proporcionar a los lectores una actualización de conceptos útiles en el área de estudio. Para llevar a cabo la búsqueda, se utilizaron las siguientes palabras clave: enfermedad crónica, dieta saludable, estrés laboral, bienestar de los trabajadores.
El criterio de conceptualización universal utilizado en el presente artículo es el de la OMS, que define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. De acuerdo con esto, la definición que proporciona la OMS de un entorno de trabajo saludable es:
Aquel en el que los trabajadores y el personal superior colaboran en la aplicación de un proceso de mejora continua para proteger y promover la salud, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores y la sostenibilidad del lugar de trabajo, teniendo en cuenta las consideraciones establecidas sobre la base de las necesidades previamente determinadas: temas de salud, seguridad y bienestar en el entorno físico y psicosocial del trabajo, inclusión de la organización del trabajo y de la cultura laboral, recursos de salud personal en el lugar de trabajo, y maneras de participar en la comunidad para mejorar la salud de los trabajadores, sus familias y otros miembros de la comunidad 14.
La anterior definición refleja un cambio en el concepto de seguridad y salud en el trabajo, que ha pasado de poner la lupa casi exclusivamente en el entorno de trabajo desde la parte física, a incluir factores psicosociales y prácticas individuales de salud.
Por lo antes expuesto, las empresas y lugares de trabajo son cada vez más utilizados como un entorno para la promoción y mantenimiento de la salud, no solo con el objeto de prevenir los accidentes de trabajo y enfermedades laborales, sino también como instrumento de mejoramiento en la salud de los trabajadores en general 15,16. Otro punto en el que se hace hincapié es en generar lugares de trabajo que sean seguros y adecuados 17. La generación de entornos laborales saludables no es algo nuevo, hace parte de estrategias que se han venido implementando, buscando mejores condiciones para los trabajadores sanos, con enfermedades crónicas, así como aquellos con una edad más avanzada o con una discapacidad 18,19.
Por su parte, la actividad física y una alimentación adecuada son dos pilares fundamentales que se entrelazan estrechamente en el camino hacia el bienestar. Estos dos elementos esenciales de un estilo de vida saludable no solo promueven la vitalidad física, sino que también tienen un impacto significativo en la salud mental y emocional. La promoción y creación de una cultura de bienestar dentro del ambiente laboral tiene la capacidad de generar efectos favorables en la salud de los trabajadores, así como beneficios económicos para las organizaciones empleadoras 20.
Ahora bien, es evidente que mantener una rutina de actividad física disminuye la probabilidad de padecer diversas afecciones médicas, destacando entre ellas las enfermedades cardiovasculares, los episodios cerebrovasculares, la hipertensión y ciertos tipos de cáncer como el de colon y seno 21. Además, la práctica regular de actividad física previene el aumento de peso, promueve una mejor condición física en general, disminuye el riesgo de caídas, contribuye a la salud de los huesos y alivia síntomas depresivos 22. Se ha comprobado que una mayoría considerable de empleados pasa al menos ocho horas diarias sentados, y en ciertos empleos, esta cantidad puede ser aún mayor, realizando una cantidad mínima o una baja intensidad de actividad física durante sus jornadas laborales 23,24.
Se debe agregar que las tendencias dominantes con relación a los programas de alimentación saludable en entornos laborales indican que son fundamentales para mantener a los empleados en buena salud y aumentar su productividad, al mismo tiempo que reducen el riesgo de problemas como hipertensión, colesterol alto, accidentes cerebrovasculares, diabetes y ciertos tipos de cáncer. Aunque son menos comunes en la actualidad, las carencias de nutrientes también pueden impactar en la salud, causar fatiga y disminuir la productividad 25. Asimismo, el lugar de trabajo ofrece una plataforma eficaz para promover hábitos saludables entre los empleados y sus familias, abarcando tanto la alimentación como la actividad física.
Es importante que las opciones saludables estén disponibles no solo en las comidas principales, sino también en recesos, proporcionando snacks saludables en actividades diferentes a las realizadas diariamente, tales como integraciones, reuniones y espacios de socialización 25. También, los empleadores que fomentan hábitos alimenticios más saludables pueden esperar menor ausentismo laboral, un mayor nivel de satisfacción entre los trabajadores y una disminución en los costos 26.
Cabe mencionar que, desde la perspectiva de la seguridad y salud en el trabajo, las enfermedades crónicas son un factor negativo en el rendimiento laboral de las personas y pueden generar pérdidas para las organizaciones que cuentan con estos trabajadores, además de provocar cambios en sus estilos de vida 27,28.
Se afirma que, dentro de la relación de factores y principios básicos en el sitio de trabajo para el logro de un entorno laboral saludable (Figura 1), se encuentran: el liderazgo desde la gestión y organización de la empresa, la participación y empoderamiento de los trabajadores, la identificación de necesidades, la creación de ambientes favorables con igualdad y equidad, la eliminación de factores de riesgo para la salud, la implementación de programas y comités de seguridad y salud en el trabajo, con el apoyo de médicos y personal de enfermería, el fomento de estilos de vida saludables, la promoción de la salud física y emocional, el bienestar y la seguridad de manera integral, teniendo en cuenta la sostenibilidad del espacio de trabajo y apoyados en la cooperación multisectorial y multidisciplinaria 29.
Aquí vale la pena decir que las organizaciones tienen la capacidad de crear un ambiente que incentive y provea recursos para alentar a los empleados a adoptar y mantener hábitos de vida saludables. Esto puede incluir servicios médicos, no solo desde lo asistencial, sino también en educación en salud sobre prácticas de alimentación saludables, actividad física, control del peso, prevención y control de factores de riesgo de ECNT, entre otros y de interés general, apoyo financiero, reglamentación de apoyo y flexibilidad laboral. Al mismo tiempo, para lograr exitosamente un entorno laboral saludable para los trabajadores con ECNT, una empresa debe seguir un proceso de mejora constante, adoptando un enfoque de gestión basado en sistemas que involucre la transferencia de conocimientos y elementos de investigación-acción.
Las ECNT, tales como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes mellitus, son afecciones que tienden a perdurar en el tiempo y son el resultado de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y conductuales 30. Los tipos más comunes de enfermedades crónicas no transmisibles son las enfermedades cardiovasculares (como hipertensión arterial, problemas cardíacos y accidentes cerebrovasculares), la diabetes, la obesidad, el cáncer y las enfermedades respiratorias crónicas (como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica - EPOC y el asma). Estas enfermedades impactan de manera desproporcionada a los países en vía de desarrollo, siendo responsables alrededor del 75 % (32 millones) de las muertes 31.
En relación con las ECNT, estas afectan a todas las franjas de edad y abarcan todas las áreas geográficas y naciones. Aunque generalmente se asocian con grupos etarios más avanzados, los datos indican que 17,9 millones de todas las muertes relacionadas con enfermedades no transmisibles se producen entre los 30 y los 79 años 31. Más del 85 % de estas muertes “prematuras” tienen lugar en países con economías muy inestables. Tanto niños, adultos como ancianos son susceptibles a los factores de riesgo que contribuyen a las ECNT, como dietas poco saludables, falta de actividad física, exposición al humo del tabaco o consumo excesivo de alcohol 32.
Otro punto por considerar es que el surgimiento de las ECNT se ve influenciado por diversos elementos, como la rápida urbanización sin planificación, la globalización de estilos de vida poco saludables y el envejecimiento poblacional. Los hábitos alimenticios inadecuados y la falta de actividad física pueden resultar en problemas como presión arterial elevada, incremento en los niveles de glucosa y lípidos en la sangre, así como obesidad. Estos son conocidos como factores de riesgo metabólicos y pueden dar origen a enfermedades cardiovasculares, que son las principales ECNT relacionadas con muertes prematuras 33.
Otro aspecto para destacar es que la falta de ejercicio, una alimentación poco saludable y el abuso del alcohol y tabaco aumentan la posibilidad de sufrir estas enfermedades. Por ejemplo, el tabaco cobra la vida de más de 8 millones de personas al año (considerando los efectos del humo de segunda mano), alrededor de 4,1 millones de fallecimientos anuales se relacionan con un exceso en el consumo de sal o sodio, y el alcohol contribuye con 3,3 millones de muertes anuales, de las cuales el 50 % están vinculadas con ECNT, incluido el cáncer. Además, alrededor de 1,6 millones de defunciones anuales pueden ser atribuidas a una falta de actividad física adecuada 34.
En cuanto a los elementos de riesgo metabólico, estos contribuyen a cuatro cambios esenciales en el metabolismo que incrementan la probabilidad de padecer enfermedades crónicas no transmisibles: aumento en la presión arterial, exceso de peso y obesidad, niveles elevados de glucosa en la sangre (hiperglucemia) y elevados niveles de grasas en la sangre (hiperlipidemia). En términos de muertes relacionadas, la principal influencia de riesgo metabólico es la elevación de la presión arterial, responsable del 19 % de las defunciones en el ámbito global. Le siguen en importancia el sobrepeso y la obesidad, así como el aumento de los niveles de glucosa en la sangre 35.
La hipertensión arterial se define como el aumento sostenido de la presión arterial sistólica mayor o igual a 140 mmHg o diastólica mayor o igual a 90 mmHg; la mayoría (90 %) son por una causa desconocida llamada “hipertensión esencial”. Siempre hay que tener presente algún factor corregible de hipertensión secundaria, sobre todo en pacientes de 30 años o menos o aquellos que se vuelven hipertensos después de los 55 años 36.
De acuerdo con la Sociedad Española de Hipertensión Arterial, la Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los factores de riesgo psicosociales son condiciones que conducen al estrés en el entorno laboral y a otros problemas de salud y seguridad en el trabajo 37. Estos factores engloban elementos tanto del puesto de trabajo como del entorno laboral; el estrés en el trabajo puede tener un impacto en el síndrome metabólico y en enfermedades cardiovasculares a través de diversos mecanismos. Estos mecanismos abarcan tanto efectos indirectos en los hábitos de vida saludables como efectos directos relacionados con la respuesta inflamatoria y la activación del eje hipotálamo-hipofisiario-adrenal 38.
En muchos trabajos y ambientes laborales, si no en la mayoría, se observa que los trabajadores cursan con estrés laboral, mala alimentación, falta de ejercicio, cansancio y sobrecarga de trabajo; todos estos son factores negativos que terminan impactando a la persona hipertensa, exacerbando su enfermedad o predisponiendo a padecerla a quienes aún no sufren de esta condición médica 39. Según la OMS, el estrés laboral se define como “la reacción que puede tener el individuo frente a exigencias y presiones laborales que no se ajustan a sus conocimientos y capacidades, y que ponen a prueba la capacidad del individuo para afrontar la situación” 40.
La presencia prolongada de estrés provoca un aumento en los niveles de catecolaminas y cortisol en el cuerpo, lo que activa el sistema renina-angiotensina-aldosterona. Esto, a su vez, desencadena procesos inflamatorios y disfunción del endotelio, generando estrés oxidativo y acelerando el desarrollo de la aterosclerosis. Este proceso, a su vez, puede llevar al surgimiento de la hipertensión. El estrés también impacta el sistema inmunológico, volviendo a las personas más vulnerables a infecciones, alergias, enfermedades autoinmunes y aumentando el riesgo de cáncer 41.
Existen diversas fuentes de estrés en el ámbito laboral, lo cual causa consecuencias en el estado de salud del trabajador (Figura 2). El estrés laboral afecta tanto a nivel personal como a nivel empresarial; en los individuos, puede causar cambios hormonales que impactan la salud física, produciendo un mayor riesgo cardiovascular, ateroesclerosis y tensión arterial. Además, puede desencadenar migrañas, cefaleas agudas y crónicas. En relación con la salud mental, el estrés laboral puede provocar trastornos emocionales, como depresión, ansiedad y adaptación 42,43. A nivel organizativo, el estrés laboral de los empleados puede dar lugar a un aumento del ausentismo y el presentismo, reduciendo el rendimiento y la productividad. Por otra parte, la falta de estabilidad en el empleo y la introducción de nuevas tecnologías pueden aumentar el riesgo de estrés laboral. Otros factores que contribuyen al estrés laboral incluyen demasiadas responsabilidades en el trabajo, la falta de control y autonomía, un desbalance entre el aspecto personal y el laboral, la falta de apoyo organizacional, y la falta de reconocimiento y recompensa por el trabajo realizado 43.
Según la OIT, los riesgos psicológicos y sociales en el trabajo, como la inseguridad laboral, la falta de control, las altas demandas y la falta de equilibrio entre esfuerzo y recompensa, junto con el estrés laboral, son factores que contribuyen a adquirir hábitos de vida no saludables por parte de los trabajadores 44.
Es de suma importancia promover estilos de vida saludables en los trabajadores para disminuir el desarrollo de la hipertensión arterial. Además, se debe sensibilizar a la población trabajadora, especialmente a aquellos con riesgos de salud, sobre la importancia de adherirse al tratamiento e implementar hábitos saludables para prevenir o manejar la hipertensión arterial. Por esta razón, se proponen actividades lúdicas y terapias de relajación como formas de fomentar el autocuidado y la adopción de un estilo de vida saludable 45,46.
El objetivo principal de estas estrategias mencionadas anteriormente es establecer un ambiente laboral que sea seguro y propicio para promover elecciones saludables para los trabajadores. Por lo tanto, se busca eliminar o reducir al mínimo los riesgos, y la política de salud en el trabajo se materializa en medidas dirigidas a todos los empleados 47.
La obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. El Índice de Masa Corporal (IMC) es un indicador simple que permite clasificar mediante la relación entre el peso expresado en kilos y el cuadrado de la altura, expresada en metros. De esta manera, las personas cuyo cálculo de IMC sea igual o superior a 30 kg/m² se consideran obesas 47. El resultado del IMC se clasifica en los siguientes grupos: normopeso (18,5 - 24,9), exceso de peso (≥ 25), sobrepeso o preobeso (25 - 29,9), obesidad grado I o moderada (30 - 34,9), obesidad grado II o severa (35 - 39,9) y obesidad grado III o mórbida (≥ 40) 48
Por lo tanto, los impactos negativos derivados del sobrepeso y la obesidad pueden afectar adversamente la capacidad laboral. Por esta razón, las empresas deben desempeñar un papel destacado en abordar este problema 49,50. Aunque a menudo se asocia con un aumento en el peso corporal, esto no es siempre cierto, ya que personas delgadas, pero con una gran cantidad de músculo, pueden tener un peso mayor según los estándares numéricos sin tener un exceso de grasa. Por consiguiente, los pesos corporales se distribuyen de manera continua en las poblaciones, lo que hace que la distinción médica entre delgadez y obesidad sea en cierta medida arbitraria. De manera que la obesidad se define a través de su relación con la morbilidad y la mortalidad 51,52.
Asimismo, la obesidad y el sobrepeso son factores significativos en la aparición de ECNT, incluyendo las afecciones cardiovasculares, lo que hace que sean una preocupación de gran importancia para las entidades de salud, y el IMC es de gran ayuda para clasificar los riesgos. Como si fuera poco, la prevalencia de riesgos en la salud mental, como angustia psicológica, depresión clínica y ansiedad, es mayor entre los pacientes con enfermedades metabólicas que en la población general 53.
Es fundamental mantener una alimentación equilibrada de manera constante; puede agregarse que la posibilidad de comer fuera de casa no debería ser un obstáculo para esto, lo que ha llevado a las autoridades e instituciones a esforzarse por influir en los hábitos alimentarios de las personas y brindarles las facilidades necesarias para alcanzar esta meta 54. Esto involucra de manera activa a la industria, los establecimientos de comida y las empresas privadas. Con todo lo anterior, el propósito de estas nuevas estrategias en salud en el sitio de trabajo es reducir la ingesta de grasas y azúcares, así como lograr un equilibrio en la ingesta de proteínas y carbohidratos, junto con la inclusión de frutas y verduras en la dieta 55.
Los programas de seguridad y salud en el trabajo también deben considerar el costo económico necesario para proporcionar a los trabajadores acceso a instalaciones deportivas en el lugar de trabajo, lo que les permitirá participar en actividad física diaria o varias veces por semana 55,56.
No solo diversas organizaciones han decidido implementar programas médicos adaptados a empleados con exceso de peso y medidas preventivas para fomentar comportamientos saludables, sino también, brindar orientación en nutrición, puede resultar una estrategia efectiva para apoyar a los empleados con obesidad en la pérdida de peso de importancia clínica, a través del mantenimiento de una evaluación constante de los programas de bienestar en el entorno laboral, permitirá a los empleadores comprender más a fondo los elementos que contribuyen al éxito de dichos programas 57,58.
Al llegar a este punto, aquellos empleados que participan en estas propuestas de cambios a estilos de vida saludable siguen una programación de comidas bien establecidas durante su jornada laboral, fomentando una elección saludable de alimentos en comedores supervisados por expertos en nutrición. De modo que, este enfoque preventivo ideal demanda un compromiso total del trabajador, de las empresas y de las instituciones involucradas.
La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por niveles altos de glucosa en la sangre. Esta condición puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardíacas, problemas en la circulación, así como en los vasos sanguíneos, ceguera, insuficiencia renal, dificultades en la cicatrización de heridas, accidente cerebrovascular y otros trastornos neurológicos. Aunque no existe una cura para la diabetes, es posible gestionarla de manera exitosa. Es importante controlar los niveles de glucosa en sangre, la presión arterial y los niveles de colesterol elevados para prevenir las complicaciones asociadas con esta enfermedad 59.
Al respecto conviene decir que el desajuste en la regulación metabólica asociado a la diabetes mellitus resulta en cambios anormales en múltiples sistemas del cuerpo, lo que representa una carga significativa tanto para los individuos afectados como para los sistemas de atención médica 60). La diabetes mellitus se convierte en un factor importante en la aparición de enfermedades renales avanzadas, amputaciones no traumáticas de extremidades inferiores y pérdida de la visión en adultos. También aumenta la susceptibilidad a padecer enfermedades cardiovasculares. Dado que su prevalencia está en aumento en el ámbito global, se mantendrá como una de las principales causas de problemas de salud y fallecimientos en el futuro cercano 61.
Además, la diabetes puede causar la aparición de problemas en la retina que perjudican la visión, así como episodios de hipoglucemia que aumentan el peligro de mareos y desmayos. Esto puede llevar a un aumento en los accidentes en trabajos que involucran tareas manuales y de precisión.
Al mismo tiempo, la rutina laboral puede estar relacionada con diversas emociones y situaciones estresantes que pueden impactar en los niveles de glucosa en la sangre. Por lo tanto, es crucial llevar a cabo exámenes regulares y realizar pruebas de glucemia capilar adicionales si se sospecha o se experimentan síntomas de fluctuaciones inusuales en los niveles de glucosa en sangre 62. Para evitar cambios bruscos en los niveles de glucosa, se aconseja mantener horarios regulares de comidas y agregar dos pequeños refrigerios saludables a media mañana y media tarde y las comidas principales del día. Además, es importante dedicar el tiempo necesario para cada comida 63.
Por último, sería una buena estrategia implementar que el empleado diabético tenga acceso a ingresar alimentos fuente de glucosa para momentos de emergencia en los que el trabajador esté experimentando un episodio hipoglucémico, las empresas también podrían facilitarles los alimentos saludables a sus empleados. Toda persona diabética insulinorequiriente necesita mantener refrigerada la insulina que se aplica, sea cual sea su presentación, por esta razón las organizaciones deberían contar con dispositivos de refrigeración adecuados donde estos empleados puedan disponer sus dispositivos o contenedores de insulina para la conservación de esta 64.
De acuerdo con la revisión bibliográfica realizada, se evidencia la preocupación por el aumento de las ECNT en el mundo y la necesidad de realizar intervenciones tempranas para su prevención y control. De lo anterior resulta que son una cuestión cada vez más importante. Para ello, es preciso que los dirigentes gubernamentales puedan generar políticas públicas en materia de seguridad y salud en el trabajo para la promoción de la salud, así como la prevención y control de las ECNT en el lugar de trabajo. Además, la comunidad de salud pública internacional debe adoptar un nuevo enfoque para su manejo en los ambientes laborales.
Se puede concluir que, para evitar padecer una ECNT o sufrir complicaciones de estas, es necesario mantener un estilo de vida saludable que incluya la actividad física regular, una dieta balanceada y la inclusión de estrategias de afrontamiento para el manejo del estrés laboral. Hay que tener en cuenta que las enfermedades crónicas son de larga duración, por lo general, progresan lentamente y tienen consecuencias graves en la salud del trabajador. Estas enfermedades incluyen las cardíacas, los infartos, el cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes, las cuales son las principales de mortalidad en el mundo.
De manera que las organizaciones deberían implementar actividades de promoción y mantenimiento de la salud en el lugar de trabajo mediante programas de prevención y diagnóstico temprano del riesgo cardiovascular, control del peso y hábitos saludables. Esto se logra un mejor rendimiento laboral, una mejor calidad de vida para los trabajadores y disminución de las pérdidas representativas para la empresa debido a incapacidades, accidentes de trabajo, mal rendimiento laboral o ausentismo. Además, contribuye al cumplimiento de objetivos y metas de la organización, aumento en la productividad y mayores ganancias.
Así pues, existen muchas campañas para generar estilos de vida saludables, ofreciendo espacios de sensibilización sobre la importancia de la práctica de deportes, una alimentación balanceada, y el no consumo de tabaco y alcohol. Esto con el fin de evitar el padecimiento de una ECNT y para que quienes ya la padecen tomen conciencia acerca de su control.
Teniendo en cuenta que la salud es fundamental para todo ser humano y al desempeñarse laboralmente debe encontrarse en óptimas condiciones de salud y tener adecuadas condiciones de trabajo, es un desafío para el trabajador, el empleador, las empresas administradoras de riesgos laborales y las instituciones gubernamentales en materia de políticas públicas en seguridad y salud en el trabajo, el control de la ECNT en el entorno laboral.
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