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Recibido: 22/11/2020
Aprobado: 06/02/2021
Capador Aguilar Yezid Esteban
González Angarita Gina Paola
Suárez Daza Paula Andrea
Los incendios forestales son una problemática que se presenta en diversos lugares del mundo, ya sea por causas antropogénicas o naturales, y ello trae efectos adversos en el ambiente, entre ellos cambios en la cobertura vegetal. La investigación tuvo como objetivo analizar el cambio de la cobertura vegetal a través del Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) y la Temperatura Superficial de la Tierra (LST) durante los incendios forestales. Mediante el uso de imágenes satélites Landsat 5, 7, 8 y su procesamiento, se estableció el NDVI y la LST en los Cerros Orientales de la ciudad de Bogotá. Los resultados encontrados muestran que la calidad de la cobertura vegetal en los Cerros Orientales varía, debido a la presencia de incendios forestales, que alteran el NDVI y el LST en la zona de estudio; a su vez, se evidencia que las localidades más susceptibles frente a estos eventos son Usaquén, Chapinero y Santa Fe, dado que la calidad de vegetación es moderada y escasa. El NDVI y la LST son indicadores útiles que evidencian el impacto en la actividad fotosintética de la vegetación, tras el acontecimiento de un incendio forestal
In Colombia, coconut shell wastes represent an environmental burden equivalent to approximately 38,890 tons of waste per year. The use of materials made with the fiber of the shell is proposed, seeking to reduce the impact of the coconut industry. In this study, nonwovens were developed from coconut fibers by different methods to analyze their impact on breaking force and deformation. Thus, needle-punching and chemical bonding were evaluated regarding two different levels of percentage of adhesive and punching frequencies. Additionally, fiber diameter was measured, the fiber components were obtained, and the tensile tests allowed to acquire the mechanical strength of the fibers and nonwoven materials. Coconut fibers were found to have an average elastic modulus of 1.83 GPA, due to their large diameter (0.3 mm) and low cellulose content (46.5 %). Also, it was shown that the implemented bonding method had a great effect on the mechanical properties of the nonwovens, in which the maximum breaking strength value was 212.34 N by the chemical adhesion method. The widespread use of this kind of material could reduce the waste generated by the coir industry
Los incendios forestales representan una amenaza en todo el mundo [
En Iberoamérica, los incendios forestales constituyen una problemática que tomó relevancia a partir del siglo XX [
En Iberoamérica, los incendios forestales constituyen una problemática que tomó relevancia a partir del siglo XX [
En Centroamérica, durante 1998 se presentó el número más alto de incendios forestales, al abarcar un área total de 9,4 millones de hectáreas (ha) de bosques tropicales perdidas, de los cuales México —con 14.445 incendios, que afectaron 849.632 ha— y Nicaragua —con 15.196 incendios que afectaron 531.860 ha de zonas forestales— fueron los países más afectados, debido a las quemas extensivas para extender la frontera agropecuaria y por medio de este mecanismo facilitar los cambios en los usos del suelo, además de otros factores antrópicos (como fogatas, quemas de basureros, entre otros), que representan el 85 %; mientras que las causas naturales representan el 12 % [
En Colombia, los incendios forestales ocurren en el primer trimestre del año, y de acuerdo con [
En Bogotá se han producido 139 incendios que han afectado aproximadamente 1000 ha, durante el periodo 2010-2018 [
Así mismo, se utiliza la Temperatura Superficial de la Tierra (Land Surface Temperature [LST]), que cambia por efecto de los incendios forestales. Esta variable puede aumentar aproximadamente 3 °C [
Por tanto, el aumento de temperatura es un determinante para la sobrecarga hídrica en la vegetación, la cual ocurre porque la demanda de agua excede la humedad disponible en el suelo [
En efecto, los incendios forestales han menoscabado la cobertura vegetal de los Cerros Orientales en la ciudad de Bogotá; por ello, es de gran interés analizar dicha problemática, debido a los pocos estudios existentes hasta el momento en Colombia y, a su vez, por el impacto que estos pueden generar en la salud humana, la calidad del aire y en el sector socioeconómico. La novedad de la investigación se justifica por su análisis en los cambios de vegetación a través del tiempo, porque aporta lineamientos importantes para la formulación de medidas sostenibles en la zona de estudio, que forman parte de la estructura ecológica principal [
El área de estudio se localiza en el oriente de la ciudad de Bogotá (Colombia), definida como reserva forestal protectora Bosque Oriental, representada por una cadena de montañas que forma parte de la estructura ecológica principal de la ciudad, con una extensión aproximada de 13.142,11 ha, y una altitud desde 2650 hasta los 3600 m s. n. m.
La reserva limita al norte con el municipio de Chía, y al oriente, con los municipios de La Calera, Choachí, Ubaque y Chipaque [
Con respecto a las características climáticas de la zona de estudio, se presentan cinco unidades climáticas:
1. Páramo bajo semihúmedo.
2. Páramo bajo húmedo.
3. Páramo frío semiárido.
4. Páramo frío semihúmedo.
5. Páramo frío húmedo.
Las unidades de páramo bajo semihúmedo y bajo húmedo presentan temperaturas en el intervalo de 7-12 °C y se encuentran en una altitud comprendida entre los 3001 y los 3600 m s. n. m. Cabe aclarar que dentro de la unidad de páramo bajo semihúmedo se encuentran ubicadas cinco localidades de la ciudad de Bogotá (Usaquén, Chapinero, Santa Fe, San Cristóbal y Usme). En el ecosistema de los Cerros Orientales se caracterizan zonas de páramo frío semiárido, frío semihúmedo y frío húmedo, cuyas temperaturas varían de 12 a 17,5 °C, las cuales se encuentran en una altitud que abarca desde los 2001 hasta los 3000 m s. n. m. [
Al presentar diferentes unidades climáticas tiene gran biodiversidad, donde hay diferentes especies de flora como encenillales bajos, medios y altos (Weinmmania tormentosa), mano de oso (Oreopanax floribundum), uva camarona (Macleania rupestris), eucalipto (Eucalyptus), retamo espinoso (Ulex europaeus) y retamo liso (Genista monspessulana). En el subpáramo encontramos matorrales nativos, y en el páramo, pajonales, rosetales y frailejones [
El procesamiento de las imágenes satelitales toma como referencia la base de datos de la hemeroteca del Instituto Distrital de Gestión del Riesgo y Cambio Climático. Seguidamente, los datos utilizados en la investigación estudian los incendios forestales de los años 2001, 2015 y 2016, pues los eventos seleccionados se determinaron de acuerdo con la disponibilidad de imágenes satelitales en la Unidad de Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés). Las imágenes satelitales empleadas en el estudio pertenecen a Landsat 5, 7 y 8, las cuales se caracterizan por contar con un equipo de exploración desde 7 hasta 11 bandas espectrales ubicadas entre la fracción visible, infrarrojo y térmico del espectro electromagnético [
En la
Imágenes de Landsat
Los principales cálculos analizan el NDVI y la LST, los cuales se describen a continuación.
El NDVI se utiliza para observar los cambios de cobertura vegetal y analizar su calidad [
Para el cálculo del NDVI se utiliza el espectro de la luz visible e NIR; por tanto, analizar la vegetación sana se hace teniendo en cuenta la absorbancia de la luz visible que se refleja en el NIR. Por otro lado, la vegetación afectada por incendios forestales refleja menos luz en el NIR [
La LST es una propiedad física relevante para diversos procesos ecológicos, hidrológicos y atmosféricos. Se da por el intercambio de la energía superficial y el flujo de la humedad entre la atmósfera y la biósfera. Se obtiene a partir de mediciones espectrales infrarrojas térmicas tomadas por sensores terrestres, aéreos o satelitales [
Donde Lλ es el techo de la atmósfera, ML es la radiancia multiplicativa de la banda, AL es la radiancia aditiva de la banda y Qcal representa los valores de los pixeles de las imágenes. Los datos de radiancia se pueden transformar en temperatura de brillo (BT), utilizando el valor del ToA y los valores de las constantes térmicas (K1 y K2), establecidos en el metadato de las imágenes satelitales utilizadas, como se muestra en la ecuación 3 [
Posteriormente, se calcula el NDVI mostrado en la ecuación (1). A partir de los valores mínimos y máximos del NDVI, se estima la proporción de vegetación presente la zona de estudio, como se muestra en la ecuación 4 [
Para determinar la emisividad, que hace referencia a la radiación emitida por un objeto o una superficie, se utiliza la proporción de la vegetación —calculada en la ecuación (4)—. Entre tanto, la rugosidad de la superficie —que corresponde a 0,005— y el valor de la emisividad de la cobertura vegetal se establecen a partir de los valores del NDVI, los cuales están comprendidos en un intervalo de 0,2 a >0,5; por tanto, se le asigna un valor de 0,984 [
Efectuados estos cálculos, con los valores de ToA y emisividad se calcula la LST. El valor de 10,895 hace referencia a la longitud de onda de la radiancia emitida y 1,4388 es una constante, que se obtiene de la siguiente ecuación [
Donde σ es la constante de Boltzmann, cuyo valor es de 1,38 * 10^(-23) J/K; h representa la constante de Planck (6,626 * 10^(-34) J s), y c es la velocidad de la luz (2,998 * 10^8 m/s) [
Los resultados obtenidos en la
En el 2001 se observó que el 53,47 % de vegetación en los Cerros Orientales era de buena calidad, se caracterizaba por tener mayor absorbancia de la luz visible proveniente de la banda RED, que reflejaba gran parte del espectro NIR, con un valor máximo del NDVI de 0,7241, propio de las zonas boscosas, con alto vigor vegetativo. Seguidamente, la vegetación moderada representó el 37,89 %; las particularidades de este tipo de cobertura vegetal presentan un índice con una menor reflectancia de la banda NIR, es decir, que la calidad de la vegetación es menor frente a la vegetación vigorosa y el NDVI tiene valores cercanos a 0,3272, lo cual indica que la cobertura vegetal predominante de la zona estaba compuesta por arbustos y matorrales. Finalmente, la vegetación escasa representó un 8,63 % del área total de la zona de estudio, con un NDVI mínimo de 0,0697 producto de 13 incendios forestales, que afectaron un área aproximada de 68 ha. Estos eventos ocurrieron en las localidades de Chapinero, San Cristóbal y Usaquén, siendo esta última la localidad que presentó mayor afectación, con 6 incendios forestales y 31,38 ha consumidas por el fuego.
Al comparar los años 2001 y 2015, se evidenció una disminución del 21,44 % en la vegetación de buena calidad; así mismo, se tuvo una reducción del NDVI, el cual pasó de 0,7241 a 0,6155. Sin embargo, el tipo de cobertura vegetal aún es densa y con alto vigor vegetativo. Con respecto a la vegetación moderada, se redujo en un 5,41 % frente al 2001. Esto es, decreció el NDVI, al tomar valores cercanos a 0,2964, y ello afecta principalmente a las localidades de Usaquén y Chapinero. Al decrecer el área de vegetación vigorosa y moderada, se incrementó en un 26,85 % el área de vegetación escasa, debido al acontecimiento de 14 incendios forestales cuya afectación consumió aproximadamente 46,25 ha, a pesar de que la cantidad de hectáreas afectadas es inferior a las consumidas en el 2001. El NDVI de la vegetación escasa en el 2015 es superior al del 2001, con un valor mínimo de 0,0227. El cambio en la cobertura vegetal presenta un mayor impacto en las localidades de San Cristóbal, Usme y Santa Fe, dado que en el 2001 estas localidades tenían una vegetación moderada y, por tanto, los incendios ocurridos en esta zona alteraron la cobertura vegetal, pasando de vegetación moderada a escasa.
En el 2016, la vegetación vigorosa ocupó un 27,57 % del área total de la zona de estudio, pero tuvo una disminución del 25,91 % frente a la vegetación del 2001 y una reducción del 4,46 % con respecto al 2015; sin embargo, el NDVI obtuvo su valor máximo con 1, en otras palabras, disminuyó el área de vegetación vigorosa pero la calidad aumento en relación con los años 2001 y 2015. La vegetación moderada fue la más representativa en este año, al incrementarse en un 19,9 % con respecto al 2001 y un 25,31 % frente al 2015. Así mismo, se ve una pérdida en la calidad de la vegetación moderada, ya que el NDVI tiene un valor de 0,2814, el cual es inferior en razón a los años anteriores. Este aumento se debe a los 30 incendios forestales que consumieron cerca de 377,9 ha y alteraro la calidad de la vegetación. Por último, la vegetación escasa abarcó el 14,63 %, con un NDVI de 0,0437; esto es, aumentó un 6 % en comparación con el año 2001 y decreció en un 20,85 % con respecto al 2015.
El 21 de enero de 2001 se presentó un incendio forestal en la localidad de Usaquén, que consumió aproximadamente 800 m² de cobertura vegetal. En la
En las localidades de Chapinero y Santa Fe, el 23 de febrero de 2015 tuvo lugar un incendio forestal que afectó 3 ha de vegetación; frente al incendio del 2001 tuvo mayores repercusiones, puesto que el área consumida durante este año solo representa el 2,6 % del área afectada en el incendio del 2015. Al analizar el comportamiento del NDVI se encontró que las zonas más afectadas por el evento registran valores de 0,0049, lo cual representa una disminución del 78,41 % frente al valor mínimo del NDVI mostrado en a
El 20 de enero de 2016 se identificó el incendio forestal de mayor impacto en la localidad de Chapinero, donde se vieron afectadas 10 ha de cobertura vegetal. La vegetación vigorosa registró el porcentaje más bajo, al abarcar únicamente el 27,57 % y registrar una reducción del 25,91 % con respecto al 2001 y del 4,46 % en relación con el 2015. El NDVI en el incendio del 2016 obtuvo un valor máximo de 0,3965; por consiguiente, se evidencia una disminución del 60,35 % en razón al valor máximo del índice mostrado en la
Cambios del NDVI con incendios forestales y sin estos, porcentaje de reducción del NDVI en los años bajo estudio
El comportamiento de la LST en los tres incendios es análogo, puesto que se registran temperaturas mínimas de 10,00 °C y máximas de 26,54 °C. En cada evento se evidencia un incremento aproximado de 12,87 °C en relación con la temperatura ambiente de la zona de estudio. En el evento del 2001 se muestra que el foco del incendio tuvo una temperatura de 26,54 °C, y a pesar de que es el evento de menor magnitud, registra la temperatura más alta; mientras que en el 2015 la LST presentó un valor máximo de 24,66 °C y en el año 2016 obtuvo un valor de 23,41 °C.
Las variaciones en la LST se dan por el tipo de cobertura vegetal que conforman los Cerros Orientales, la cual se caracteriza por la alta presencia de árboles, vegetación herbácea y arbustos. Los árboles presentan baja ignición, es decir, que no se prenden con facilidad; sin embargo, cuando el fuego ataca este tipo de vegetación, la duración del incendio tiende a prolongarse (se estima que los eventos pueden durar aproximadamente 10 horas, puesto que es más difícil controlar las llamas debido a la altura que tienen los árboles) [
En relación con los arbustos y la vegetación herbácea, tienen un punto de ignición medio; pero, a pesar de esto, la duración del incendio también se aproxima a las 10 h. Dentro del grupo de los arbustos se encontraron dos especies que influyen en los incendios forestales: retamo espinoso (Ulex europaeus) y retamo liso (Genista monspessulana). Se estima que hay 84,14 ha de estas especies provenientes del continente europeo, caracterizadas por ser altamente invasoras y constituir una amenaza para la biodiversidad y, con ello, a los hábitats propios de la flora y fauna nativa. Además, en el caso del retamo espinoso, es un riesgo latente para la generación de incendios forestales, dado que tienen bajo contenido de humedad y gran cantidad de taninos, los cuales se constituyen principalmente por compuestos fenólicos, que son altamente comburentes, es decir, arden con facilidad y alimentan el fuego [
El NDVI es uno de los índices de vegetación más utilizados para analizar el estado y la calidad de la vegetación. El comportamiento de esta variable se ve influenciado por factores como las condiciones meteorológicas de la zona de estudio, el tipo de vegetación e, incluso, la temperatura, como se logró evidenciar en esta investigación. Al analizar el NDVI encontrado en los Cerros Orientales, observamos que la cobertura vegetal se encuentra en un buen estado, pues el índice registró valores superiores a 0,5, y ello indica que la vegetación representativa de la zona de estudio es de tipo boscosa con alto vigor vegetativo. En otros estudios desarrollados por [
Durante el desarrollo de los incendios forestales en los Cerros Orientales se mostró cómo la cobertura vegetal de la zona disminuye su calidad drásticamente (un 19 %-78 % en el peor de los escenarios). Los porcentajes de reducción más altos se evidencian en los valores del NDVI mínimo durante los años 2001, 2015 y 2016; por tanto, el tipo de vegetación más afectada por estos incidentes es aquella que antes de las llamas ya presentan una baja calidad, catalogada como vegetación escasa.
Estudios desarrollados en países latinoamericanos como Bolivia muestran comportamientos similares en el NDVI antes del incendio y después de este. En Bolivia se analizó el comportamiento de la vegetación en la cuenca del Titicaca para determinar las áreas afectadas por incendios forestales, y los resultados mostraron que el NDVI antes del incendio tenía valores superiores a 0,6. Posterior al fuego, el NDVI tenía valores mínimos de 0,1, que disminuyeron la calidad de vegetación y su actividad fotosintética. Se observa que el decrecimiento en el Titicaca es análogo al registrado en los Cerros Orientales, debido a que las características climáticas de ambas zonas de estudio son parecidas; sin embargo, el ecosistema del Titicaca tiene una mayor resiliencia, pues su vegetación consiste en grandes plantaciones de totora (Typha latifolia), plantas que se dan alrededor de los cuerpos de agua, tienen alto contenido de humedad, y al estar en las condiciones propicias, poseen una alta tasa de regerminación, convirtiéndose en una especie invasora [
La investigación [
En el estudio desarrollado por [
Otro caso, como el estudiado por [
La LST es un indicador utilizado frecuentemente que identifica la relación de dicha variable con los incendios forestales o su comportamiento en las áreas quemadas antes de los incidentes, durante y después de estos [
En los Cerros Orientales, la LST registró una temperatura máxima de 26 °C y durante los incendios forestales tiene un incremento aproximado de 12 °C frente a la temperatura ambiente que presenta la zona de estudio. En España, la LST durante esta clase de incidentes alcanza una temperatura de 48 °C con respecto a la temperatura ambiente de 30 °C que se tiene en la época seca o en la estación de verano [
En función de lo anterior, se deduce que cuanto más largo sea el periodo seco en esas zonas, más puede descender la humedad del combustible forestal [
Como se acaba de explicar, los periodos de sequía prolongados crean las condiciones adecuadas de humedad en la vegetación para que un pequeño aporte de calor pueda ser el origen de una gran conflagración [
Al respecto, es conveniente discutir la importancia del NDVI en la detección de la fase de combustión del carbón. Justamente en esa fase se consume el carbono combinado con el oxígeno y quedan las cenizas formadas por sustancias minerales que no arden. La magnitud de este contenido de humedad no es un dato meteorológico, sino el resultado de los efectos acumulativos de los elementos meteorológicos, que dan lugar al llamado equilibrio higroscópico entre la humedad de la materia vegetal [
El contenido de humedad de la madera, considerada combustible, determina la iniciación y propagación del fuego. Cuando es alto, los fuegos se prenden con dificultad y no se propagan. Cuando es bajo, el foco inicial de calor no necesita ser muy grande para producir un fuego, en cuya propagación el viento [
El NDVI aportó información importante para analizar los cambios de la calidad de la vegetación, causados por efectos de los incendios forestales en los Cerros Orientales de Bogotá (Colombia). De acuerdo con los resultados encontrados, las localidades que tienen una baja calidad en la vegetación fueron: Chapinero, Santa Fe y Usaquén, susceptibles al desarrollo de incendios forestales por el tipo de vegetación predominante.
Se ha demostrado que la conjunción de índices de vegetación como el NDVI y la LST resulta de gran interés para este tipo de estudios ya que, cuanto mayor es el valor del índice y menor la LST, la planta ofrecerá mejores condiciones vitales en la zona de estudio. La LST no solo está relacionada con el NDVI, sino que a su vez permite identificar si la vegetación se encuentra en sobrecarga hídrica, lo cual es determinante en la incidencia y propagación de los incendios forestales.
Este estudio da bases para analizar la problemática de los incendios forestales en el país mediante el uso del NDVI y la LST, aportando información relevante para cuantificar las repercusiones de este escenario de riesgo, bajo condiciones antrópicas y naturales.
Los autores agradecen la asesoría y contribución de la doctora Gina Paola González Angarita, en el desarrollo de esta investigación, y a la Universidad Libre, por abrirnos sus puertas y formarnos como ingenieros ambientales.