Abrazando el cambio: una reflexión sobre
la reinvención de los docentes universitarios del nuevo siglo**
Angie Katheryne Ardila Garcia[1]
Luz Gisela Velásquez Forero[2]
“La aptitud más importante es tener la mente abierta y ser capaz
de reinventarse una y otra vez a lo largo de la vida"
(Harari, 2023).
Resumen
El presente artículo busca reflexionar
acerca de la importancia de la reinvención del docente en entornos de educación
superior y de la manera en la que estos pueden adaptarse al cambio y
transformar sus prácticas tanto pedagógicas como didácticas con el fin de hacer
de su quehacer uno que aporte a las diferentes aristas de lo social, lo cultural
y lo educativo, comprendiendo los desafíos de la actualidad. Para esto,
conviene rescatar los aportes de autores como Ken Bain, Martha Nussbaum, Paulo
Freire, Anna Forés y Esther Subias,
quienes han promovido diversos enfoques centrados en el estudiante, la
reflexión, la inclusión, la equidad, la pedagogía crítica y la adaptación a las
demandas cambiantes de la educación superior. Todo sin olvidar que los procesos
de enseñanza y aprendizaje han experimentado una transformación en la última
década, que ha modificado la manera en la que los individuos acceden a la
información, en la que los estudiantes aprenden y los profesores enseñan. Las
anteriores,
perspectivas que podrían proporcionar una base para aquellos docentes en
formación, maestros activos e incluso estudiantes universitarios quienes se
interesan por comprender el mundo del profesor universitario actual, las
estrategias pedagógicas que deberían comenzar a aplicarse en la educación superior
y la transformación humanística en dicho contexto.
Palabras clave: Prácticas pedagógicas, docente, estudiante,
educación superior.
Embracing change: A reflection
on the reinvention
of university professors in the new century
Abstract
This article seeks to reflect on the
importance of reinventing teachers in higher education environments and the way
in which they can adapt to change and transform their pedagogical and didactic
practices in order to make their work one that
contributes to the different aspects of social, cultural and educational
issues, understanding the challenges of today. For this, it is convenient to
rescue the contributions of authors such as Ken Bain, Martha Nussbaum, Paulo
Freire, Anna Forés and Esther Subias,
who have promoted various approaches focused on the student, reflection,
inclusion, equity, critical pedagogy and adaptation to
the changing demands of higher education. All without forgetting that teaching
and learning processes have undergone a transformation in the last decade,
which has changed the way in which individuals access information, in which
students learn and professors teach. The above perspectives could provide a
basis for those teachers in training, active teachers and even university
students who are interested in understanding the world of today's university
teacher, the pedagogical strategies that should begin to be applied in higher
education and the humanistic transformation in this context.
Key words: Pedagogical practices, teacher, student,
higher education.
En embrassant le changement : Une réflexion sur la réinvention des enseignants universitaires au nouveau siècle
Résumé
Cet article vise à réfléchir à
l'importance de réinventer les enseignants dans les environnements
d'enseignement supérieur et à la manière dont ils peuvent s'adapter au
changement et transformer leurs pratiques pédagogiques et didactiques afin que
leur travail contribue aux différents aspects des questions sociales,
culturelles et éducatives, en comprenant les défis d'aujourd'hui. À cette fin,
il convient de souligner les contributions d'auteurs tels que Ken Bain, Martha
Nussbaum, Paulo Freire, Anna Forés et Esther Subias,
qui ont promu diverses approches centrées sur l'étudiant, la réflexion,
l'inclusion, l'équité, la pédagogie critique et l'adaptation aux exigences
changeantes de l'enseignement supérieur. Tout cela sans oublier que les
processus d'enseignement et d'apprentissage ont subi une transformation au
cours de la dernière décennie, qui a changé la manière dont les individus
accèdent à l'information, dont les étudiants apprennent et dont les enseignants
enseignent. Les perspectives ci-dessus pourraient servir de base aux
enseignants en formation, aux enseignants actifs et même aux étudiants
universitaires qui souhaitent comprendre le monde de l'enseignant universitaire
d'aujourd'hui, les stratégies pédagogiques qui devraient commencer à être
appliquées dans l'enseignement supérieur et la transformation humaniste dans ce
contexte.
Mots-clés : Pratiques pédagogiques, enseignant, élève,
enseignement supérieur.
Introducción
La educación universitaria actual es un
desafío apremiante, pues los cambios sociales, culturales, tecnológicos y
demográficos así lo demandan. Es por ello que la adaptación y reinvención de
los docentes universitarios en la era actual es imperativa sobre todo en
contextos como el colombiano y en general el latinoamericano, espacios en donde
si bien la gran mayoría de educadores se siente comprometidos con la formación
académica se encuentran en al mismo tiempo en una encrucijada que al final hace
una invitación a replantear la práctica docente no solo desde las metodologías
y estrategias utilizadas en las aulas, sino desde la propia identidad
profesional en el marco de un mundo globalizado que se caracteriza por la
rápida evolución tecnológica, los cambios culturales y la aparición de nuevas
formas de aprender y de enseñar.
La educación superior latinoamericana enfrenta
un momento crítico en el que las expectativas de los estudiantes, las demandas
del mercado laboral y el panorama global exigen una reconfiguración de las
prácticas pedagógicas. Por eso, en este documento se busca presentar una
reflexión que permite develar la manera en la que los docentes universitarios
se enfrentan a una reinvención pedagógica, necesaria, que no solo abarca las
nuevas tecnologías, sino que busca el fomento de habilidades como la
creatividad, el pensamiento crítico y la adaptabilidad tanto en ellos como en
sus estudiantes. Soportando esto, Berrio (2019) quien cita a Bedoya (2008)
comenta que “el maestro hoy debe fundamentar en el saber pedagógico su proceso
de enseñar. El saber pedagógico es trabajado en forma reconstructiva, critica y
epistemológica, tomándolo en permanente reelaboración” (pág. 92). Es decir que
los profesores deben pasar de ser transmisores de información, a vincularse de
manera activa en el conjunto de acciones de enseñanza y/o aprendizaje e
integrarse al campo formativo sin generar brechas sino cumpliendo con una
misión educativa más holística, contextualizada y significativa.
En este orden de ideas, a lo largo de
este artículo se buscará no solo evidenciar los desafíos que se presentan sino mostrar
algunas ideas para sobrepasarlos abrazando el cambio desde el rol docente, convirtiendo
este acto en una necesidad imperativa para el futuro de la educación
universitaria. Con esto se espera abrir un camino y ser un punto de partida para
un diálogo constructivo entre colegas, estudiantes y todos aquellos interesados
en el futuro de la educación superior en Colombia y más allá; un diálogo que
permita reinventar las prácticas educativas universitarias, manteniendo la
esencia del conocimiento, pero adaptándolas al dinamismo del mundo actual.
Contribuciones de pensadores influyentes
Una postulación fundamental para la
transformación de la práctica docente es la realizada por Ken Bain (2007) en su
libro Lo que hacen los mejores profesores universitarios, donde examina
los rasgos comunes que, según su estudio, hacen efectivos a los docentes en el
contexto universitario, en esta obra, el autor intentó “capturar la sabiduría
colectiva de algunos de los mejores profesores de Estados Unidos, para
registrar no solo lo que hacen, sino también lo que piensan” (Bain, 2007, p.14)
junto con la respectiva caracterización de sus prácticas pedagógicas. Lo que
podría proporcionar una guía útil para que los docentes actuales puedan mejorar
sus prácticas pedagógicas. Aquí, este autor americano, argumenta que los
mejores docentes no son quienes transmiten información, sino quienes inspiran a
sus estudiantes a desarrollar aspectos como el pensamiento crítico, el
cuestionamiento y el fortalecimiento de sus habilidades en la vida. Este último,
punto de convergencia con Martha Nussbaum (2012) quien comenta que estas “no
son simples habilidades residentes en el interior de una persona, sino que
incluyen también las libertades o las oportunidades creadas por la combinación
entre esas facultades personales y el entorno político, social y económico” (p.40).
En estos términos, puede analizarse que
existe una correlación de opiniones entre estos pensadores con respecto a la formación
de los docentes universitarios y a la naturaleza de la educación desde el
enfoque del desarrollo del pensamiento crítico, habilidades para la vida, la formación
de ciudadanos completos, comprometidos consigo mismos y con la sociedad, siendo
además éticamente responsables. En el desarrollo de este mismo fenómeno Paulo
Freire (2002) con su obra Cartas a quien pretende enseñar, planteó
contribuciones al campo de la educación en Latinoamérica que han influenciado
la forma en la que los profesores enseñan. En este trabajo, el autor esboza la
educación como medio de emancipación a través del diálogo y la participación de
las clases sociales desfavorecidas en América Latina. Es así cómo, la formación
no consiste en la mera adquisición de conocimientos sino en la responsabilidad cívica
y social que abre paso a una práctica educativa liberadora que propende por el cuestionamiento
y la transformación de las realidades. Así, este pensador busca ser una inspiración
para los maestros del contexto Latinoamericano, viéndolos como actores
creativos que se destacan por su capacidad de transformar e innovar en el
ejercicio educativo por medio de la guía constante a sus pupilos hacia un
aprendizaje significativo pese a los conflicto o demás situaciones complejas
que han marcado por años el contexto educativo de dicho continente.
Por su parte, Anna Forés
y Esther Subias (2017) son dos profesoras quienes
contribuyen a la educación en la era actual gracias al desarrollo de nuevas
metodologías de enseñanza y aprendizaje que han mejorado la calidad de la
educación, postulaciones plasmadas en su obra Pedagogías emergentes: 14
preguntas para el debate. En este orden de ideas, las autoras son defensoras
de las pedagogías emergentes[3] entendidas
como aquellas pedagogías que buscan “contribuir a innovar en educación, y la
innovación cobra sentido de urgencia cuando sabemos lo que queremos cambiar y
por qué” (Martínez, 2017, p.11). Ahora, desde esta perspectiva se muestra la
necesidad de tener claridad con relación al estado de la educación en los
contextos específicos en los que se desenvuelven los maestros y hacerse la
pregunta ¿hacía dónde vamos?, una interpelación que
puede guiar la formulación de propuestas educativas emergentes con metodologías
y estrategias adaptadas al mundo globalizado e interconectado actual que
permitan a su vez reformular los procesos de enseñanza y aprendizaje con
respecto a las tecnologías, las determinaciones de los que es importante
aprender para los alumnos actuales y cuáles serían las mejores formas de
hacerlo.
Consolidando los aportes de los teóricos
dialogados, se identifica que la reinvención del docente universitario para la
era actual implica un enfoque más dinámico y centrado en el estudiante y sus
contextos, donde los maestros puedan identificar las necesidades individuales y
grupales de los mismo, sus estilos y ritmos de aprendizaje; pero también
abordar las cuestiones globales, fomentar la conciencia de la ciudadanía en los
procesos de enseñanza y alentar a los estudiantes a considerar su papel en un
mundo interconectado. Por ende, los docentes universitarios deben ser flexibles
y estar dispuestos a adaptar sus estrategias de enseñanza según la sociedad y
la tecnología lo demandan. Esto implica inmiscuirse en el boom tecnológico[4]
incorporando herramientas digitales según las necesidades de cada caso y nuevas
metodologías de enseñanza y evaluación para sus estudiantes. Según estos
pensadores, se puede reflexionar que la reinvención de los docentes
universitarios implicaría una transformación profunda respecto a la forma de
abordar las prácticas pedagógicas para mejorar los procesos de enseñanza y
aprendizaje en la educación superior, para adecuar el quehacer en el aula con
las tendencias pedagógicas y tecnológicas actuales y la necesidad de preparar a
los estudiantes para enfrentar los desafíos de un mundo en constante evolución.
El educador universitario y sus conocimientos
dentro de los entornos de aprendizaje actuales
Para abrir esta reflexión, es clave
comprender que los docentes universitarios desempeñan un papel esencial en la
era del conocimiento actual. Tal como lo expone Ken Bain (2007), los docentes
deben ser capaces de inspirar a los estudiantes a trasferir las realidades de
sus entornos a la teoría aprendida en el aula, de una manera crítica. Lo que
implica, que los maestros se mantengan actualizados frente a las tendencias y aplicaciones
prácticas de su campo de conocimiento para divulgarlas con sus estudiantes.
El mundo globalizado actual se
caracteriza por la rápida evolución de la tecnología y la información sobre
todo en las grandes ciudades, por lo que los estudiantes pueden acceder a
muchos datos en línea, esperan que los maestros sean expertos en su área de
conocimiento y puedan proporcionar información actualizada, innovadora y
relevante. Ahora, en países como Colombia, aun en la actualidad existen
territorios en los que el boom tecnológico no ha hecho su entrada triunfal, por
lo tanto, se sugiere que los docentes tomen la iniciativa de capacitarse
constantemente con relación a su área de conocimiento, así como a la manera de
promover la introducción de herramientas y artefactos tecnológicos que no
necesariamente utilicen conexión a internet in situ.
En esta era, se hace indispensable que
el docente sea capaz de desarrollar un conocimiento profundo no solo desde la
teoría sino desde la práctica misma de la vida cotidiana, con el objetivo de simplificar
conceptos complejos y motivar a los estudiantes dentro de entornos de
aprendizaje que fomenten la resolución de problemas, el pensamiento crítico y
la curiosidad por el aprendizaje. En este orden de ideas, puesto que los
docentes desempeñan un papel crucial en la formación de las próximas
generaciones de ciudadanos y profesionales que enfrentarán los desafíos del
presente y del futuro, es fundamental promover y apoyar el compromiso de los
maestros con un proceso continuo de aprendizaje y desarrollo personal. Este no
solo enriquecería la práctica docente, sino que posiblemente propendería por
una educación de calidad que prepare adecuadamente a los estudiantes para los
retos que les esperan.
Ahora, teniendo en cuenta los aportes de
pedagogos tales como Ken Bain, Martha Nussbaum, Paulo
Freire, Anna Forés y Esther Subias,
los docentes de educación superior deben tener conocimientos sobre perspectivas
como el aprendizaje continuo y la adaptación, el diálogo, la colaboración y la
participación activa en la comunidad académica como motores del conocimiento, la
investigación y la aplicación práctica, la ética y la conciencia de la
ciudadanía global, así como la integración de la tecnología y de los recursos
digitales. Por lo tanto, es imperativo que los docentes se mantengan
actualizados a través de diversas estrategias que incluyen la investigación y
autoevaluación, la formación continua en educación formal y la adquisición de
conocimientos sobre aspectos tecnológicos, culturales, sociales y políticos.
Este continuo desarrollo profesional es crucial para enfrentar los desafíos de
una sociedad en constante cambio.
Sin embargo, es igualmente
importante destacar la situación de numerosos colectivos de maestras y maestros
que, debido a limitaciones geográficas y de recursos, no tienen acceso a estos
procesos formales de actualización. En estos contextos, la autoformación se
convierte en una herramienta esencial. Estos educadores demuestran un admirable
nivel de dedicación y creatividad al diseñar y participar en iniciativas de
autoformación, a menudo mediante el trabajo colaborativo entre colegas o los
procesos interdisciplinares y utilizando los recursos disponibles en sus
comunidades para mejorar sus prácticas pedagógicas. Es así como, la
autoformación en estos territorios no solo es evidencia el compromiso de los
docentes frente a su desarrollo profesional, sino que subraya la necesidad de políticas
educativas inclusivas que faciliten el acceso equitativo a oportunidades de
formación continua. Garantizando, de alguna forma, una educación de calidad que
prepare adecuadamente a los estudiantes para los retos actuales o venideros,
independientemente de su ubicación geográfica.
La confianza en el estudiante como elemento
fundamental del maestro
En el entorno educativo actual, la
confianza en la capacidad de los estudiantes para aprender y desarrollarse es esencial
ya que cómo docentes se tiene el poder de influir en este aspecto de manera significativa,
para esto, la primera cosa que se sugiere hacer es creer en el potencial de
cada individuo. Ahora, no solamente es importante confiar en el estudiante sino
crear un vínculo mutuo, para ello es preciso establecer un entorno de apoyo, de
expectativas desafiantes, proporcionar retroalimentación constante y constructiva,
así como promover la independencia y celebrar el éxito. Desde la experiencia docente
se puede reflexionar que hacerlo no solo inspira a los estudiantes a creer en
sus propias capacidades y a convertirse en agentes activos, autónomos y seguros
de sí mismos, sino que también constituye un proceso continuo de reflexión en
la acción.
De hecho, la experiencia docente
requiere una autoevaluación permanente, asunto que no es un hecho mecánico,
sino un proceso vivo que se desarrolla en el aula y en el instante oportuno. La
práctica pedagógica se convierte entonces en un objeto de conocimiento que se
analiza y enriquece a través de la “devolución creativa”, concepto que parafraseando
a Juliao-Vargas (2011) en del
marco de su obra El enfoque praxeológico, se define como un proceso
reflexivo y crítico que ocurre en el mismo momento de la práctica educativa y
se centra en la reflexión en la acción, donde el profesor no espera el final de
la clase para evaluar y ajustar sus estrategias sino que lo hace de manera
simultánea durante la interacción con sus estudiantes, llevando así a la
adaptación y mejora constante de los procesos educativos. Comprendiendo lo
anterior, se observa que la práctica docente se puede convertir en una forma de
experimentar y reimaginar la vida educativa en tiempo
real mediante la reflexión durante la acción, asegurando el ajuste de estrategias
o planes de trabajo en el instante, y como consecuencia generando un impacto
más significativo en la formación propia y la de la otredad.
La confianza mutua da inicio en contextos
en los que se aplica la pedagogía dialogante, modelo pedagógico en el que Zubiría
Samper (2006) persuade a los profesionales de la educación a que:
“hay que reconocer que el conocimiento
se construye por fuera de la escuela, pero que es reconstruido de aranera
activa e interestructurada a partir del diálogo
pedagógico entre el estudiante, el saber y el docente y que, para que ello se
presente, es condición indispensable contar con la mediación adecuada del
maestro, que favorezca de manera intencionada, mediada y transcendente el
desarrollo integral del estudiante. Un modelo que concluya que la finalidad de
la educación no puede estar centrada en el aprendizaje, como desde hace siglos
ha creído la escuela, sino en el desarrollo” (p.196).
Se habla entonces de un espacio donde se
les permite a los estudiantes, hacer preguntas y expresar sus opiniones sin
miedo a equivocarse o a ser juzgados. Estos espacios, son muestra del valor de
la confianza dentro de las prácticas pedagógicas; en este sentido, Ken Bain
(2007) apela a que los docentes efectivos son quienes muestran empatía y se
relacionan de manera auténtica con sus estudiantes. En otras palabras, fomentar
espacios en los que se escucha, se comprende y no se les juzga, es
indispensable para que los aprendices sientan que sus aportes e inquietudes son
valoradas, lo que a mediano y largo plazo aumenta la disposición para el aprendizaje,
la participación y la toma de riesgos frente a la exploración de nuevas formas
de diálogo consigo mismos y con el otro, haciéndolos agentes capaces de
comprender su progreso y ver el aprendizaje como un proceso continuo y alcanzable,
desligándose del objetivo de lograr una simple calificación.
Esto facilita la comunicación entre
docente-estudiantes y propende por un ambiente en el que los educandos no temen
cometer errores ni expresar sus opiniones. En esta línea, Paulo Freire (2002)
aboga por desafíos y exceptivas claras en el aula, ya que desde la educación
liberadora se permite al estudiante transformar su realidad y superar
obstáculos, por lo que se le motiva a rebasar sus propios límites y fortalecer
su compromiso frente al aprendizaje, sus capacidades y habilidades para lograr
un desenvolvimiento integral en el contexto educativo y fuera de él.
Reinvención del docente de la educación superior
frente a nuevas metodologías y técnicas de evaluación
La educación superior enfrenta un momento de transformación constante en el
manejo de la información y del conocimiento, impulsada por los avances tecnológicos,
cambios en la dinámica del aprendizaje y la necesidad de preparar a los
estudiantes para un mundo en evolución constante. En este contexto, los educadores
universitarios deben reinventarse para adaptarse a la era del conocimiento con nuevas
metodologías de enseñanza y técnicas de evaluación[5]. Es
decir que ahora no basta con el uso exclusivo de métodos innovadores de
evaluación para valorar el aprendizaje, sino que se llama a atención frente al
empleo de técnicas de evaluación que les permita motivar a sus estudiantes sin
utilizar las calificaciones como única regla de medición.
En el caso de las técnicas de evaluación,
el docente debe emplear aquellas que permitan identificar hasta qué punto sus
estudiantes han comprendido la información, cuáles fueron los logros
alcanzados, qué puntos de los procesos de enseñanza y/o de aprendizaje deben mejorarse
desde la arista cuantitativa y humana. Es así como, Ken Bain (2007) enfatiza
que los mejores profesores universitarios tienen humildad para reconocer la
enorme dificultad para evaluar el aprendizaje y aceptar que pueden equivocarse
durante el proceso. Por lo tanto, es imperativa la diversificación de métodos y
técnicas de evaluación en el quehacer docente, algunos ejemplos son: los exámenes,
los trabajos escritos, las presentaciones orales, las discusiones en clase,
aula invertida, aprendizaje por retos o por proyectos, entre otros, que
permitan valorar el aprendizaje de los estudiantes de manera tal que se dé
alcance a las formas de aprendizaje de cada individuo en diversos momentos del
curso, lo que implica ir más allá de una calificación cuantitativa y propender
por una que incluya lo cualitativo, puesto que el sistema educativo actual se debería
transformar hacia modalidades de valoración de conocimientos que permitan
calificar tanto el saber, cómo el saber
hacer, el saber ser y el saber convivir.
El maestro universitario y la adaptación
de estrategias pedagógicas
En la historia de la educación, se han planteado diversas
perspectivas sobre las disposiciones, valores y habilidades profesionales
necesarias para el nuevo docente universitario, que está inmerso en un entorno
educativo caracterizado por el aprendizaje a través de la enseñanza, respaldado
por el uso de tecnologías de información y comunicación. Esto conlleva a una
reflexión sobre el perfil que los profesores deben cumplir y las formas en que
pueden y adaptar sus conocimientos, roles y prácticas dentro del sistema
educativo dinámico en el que se desenvuelven.
En este sentido, Rico-Gómez y Ponce Gea (2022) comentan que “el
reto de la educación para el docente del siglo XXI es enfatizar el aprendizaje
activo y participativo del sujeto, adquiriendo las herramientas competenciales
necesarias para integrarse en una sociedad que demanda individuos creativos y
autorrealizables” (p.78). Es decir que, en el dinámico escenario educativo
actual, el desafío docente se dirige hacia la preparación de los estudiantes
para un mundo en constante cambio que es cada vez más complejo. Esta
postulación lleva a repensar y adaptar los procesos de enseñanza y de
aprendizaje en tanto unos en los que los aprendices sean agentes activos y no
solo receptores pasivos del conocimiento.
Ahora, este reto busca que tanto maestros como estudiantes se
involucren en actividades prácticas, colaborativas y reflexivas que sirvan para
integrarse en una sociedad que demanda competencias de adaptabilidad,
creatividad y autorrealización, independientemente los territorios, contextos
situacionales o institucionales. Entonces, los docentes deben adaptarse al
cambio para dar respuesta a las necesidades propias de los entornos en los que
se desempeñan, compartiendo las ideas en las que se basan, modificando sus
prácticas y adaptando los nuevos principios a las nuevas realidades. Esto demanda
que los profesionales del ámbito educativo, estén dispuestos a modificar sus
prácticas pedagógicas, compartir ideas innovadoras y colaborar con sus colegas
en busca de la mejora constante en pro de que sus estudiantes estén preparados
para enfrentar los desafíos futuros que se les puedan presentar,
Hasta este punto, los pensadores con los que se ha llevado a cabo este diálogo
reflexivo exponen valiosas perspectivas sobre las estrategias pedagógicas y didácticas
que docentes universitarios, sin importar el área del conocimiento especifico, pueden
implementar y adaptar en su quehacer. Si bien, no existe una única estrategia universal
que aplique para los contextos universitarios a nivel mundial, si se pueden considerar
los aportes de los teóricos tratados durante esta reflexión y de la experiencia
en la práctica docente en Colombia con relación a la incorporación de nuevos
métodos, tendencias y técnicas activas de enseñanza.
Según Ken Bain (2007), el fomento del
pensamiento crítico y la reflexión se muestra como una de las estrategias
básicas para la reinvención de las prácticas pedagógicas en el aula,
comprendiendo que dentro de la dinámica educativa a nivel universitario el
estudiante debería ser capaz de cuestionar lo que aprende, desarrollar sus
propias habilidades de pensamiento crítico y estar calificado en materia de
análisis así como en la exploración de múltiples visiones del mundo físico y
abstracto en el que se desenvuelve. Adicionalmente, dicho exponente subraya la
adaptación de los ambientes de apoyo y de relación autentica con los
estudiantes con el propósito de demostrar interés frente al éxito estudiantil y
al mismo tiempo de crear lazos fuertes que sobrepasen la mera dinámica de la
transmisión de la información.
Con ello, se llama la atención frente a
la necesidad de innovación de pedagogías emergentes que surgen dentro de la
mecánica de educar, enseñar y aprender, pues tal como lo exponen Forés y Subias (2018) “los
estudiantes traen consigo nuevas formas de entender y gestionar el aprendizaje”
(p.7). Lo que deja entrever la importancia de innovar, pero ¿Cómo
hacerlo? En general esta innovación radica en la necesidad de adaptarse a los
cambios y a las nuevas formas de aprendizaje, para poder ofrecer una educación
más efectiva y relevante a los estudiantes. Por consiguiente, metodologías
educativas como el ABP (Aprendizaje Basado en Problemas), el aprendizaje
colaborativo, el aprendizaje por retos, el Flipped learning, entre otros, en tanto a modelos educativos que
involucran a los estudiantes y los hacen agentes activos de su propio aprendizaje,
aparecen como respuesta a las necesidades de un contexto educativo que exige dinamismo
y reinvención. Pues parafraseando a José Vasconcelos (2003), si los docentes
empoderan a los estudiantes frete a la toma de decisiones, su responsabilidad
frente al aprendizaje y, por ende, fomenta la autonomía y autorregulación se podrá
lograr una educación como medio de emancipación.
En los contextos universitarios actuales
la participación de los educandos es un pilar clave, y para ello se encuentras
las estrategias de discusión, debate y actividades colaborativas como dinámicas
efectivas que aportan a una educación liberadora, tal como lo postula Paulo
Freire (2002), quien defiende la educación liberadora y el diálogo en el aula
como potenciadoras de las capacidades humanas. Martha Nussbaum (2012) comenta
la importancia de reflexionar frente a la ética y la ciudadanía global en la
enseñanza, para fomentar la empatía y la comprensión del mundo actual. Un mundo
digital donde la tecnología es una herramienta poderosa que abre grandes
posibilidades para innovar y mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje
sea en modalidad presencial, virtual o hibrida.
Conclusiones
En conclusión, la reinvención del
docente universitario para la actualidad implica un cambio profundo en la forma
en que se abordan las prácticas pedagógicas, centrándose en el estudiante, sus
contextos e intereses, así como en la integración de herramientas tecnológicas
y de estrategias y metodologías pedagógicas o didácticas innovadoras. Esta
transformación es imperativa para la preparación de los alumnos en cuanto
competencias suficientes que les permitan enfrentar los desafíos de un mundo en
constante evolución y fomentar su conciencia de ciudadanía en un entorno
globalizado y por ende interconectado.
También, se reflexiona que la
diversificación de estrategias, métodos y técnicas de evaluación es crucial en
el quehacer docente a nivel universitario (evaluación vista como un proceso y
no como un instrumento de medición) ya que permite una comprensión más
holística del aprendizaje de los estudiantes, abarcando aspectos tanto
cualitativos como cuantitativos. Unido a ello, dentro desde este mismo proceso,
se llama a los maestros a tener “humildad” para reconocer la complejidad de
evaluar el aprendizaje y estar abiertos a la posibilidad de equivocarse en el
proceso como seres humanos que son.
La reinvención de docente universitario
en tanto diversificación de estrategias no significa emplear un gran abanico de
herramientas como exámenes, trabajos escritos y presentaciones orales, sino que
implica el abordaje de enfoque pedagógicos como la pedagogía dialogante de Zubiría-Samper
(2006) que promuevan un desarrollo más integral de los estudiantes y su
capacidad de aplicar los conocimientos en contextos reales o de aprender a ser
críticos frente a los mismos.
Con ello, era del conocimiento ha
transformado la educación y los docentes universitarios deben adaptarse para
dar respuesta a las necesidades propias de los contextos en los que se
desempeña. Lo que implica una actualización constante frente a su área de conocimiento,
el uso de la tecnología y la diversificación de herramientas y estrategias
didácticas y pedagógicas de alta calidad para mejorar el aprendizaje. En este
sentido, la confianza mutua entre docentes y estudiantes emerge como un factor
fundamental para el desarrollo integral que va más allá del mero conocimiento
de la materia, pues al crear un vínculo de apoyo y respeto, se fomenta un
ambiente propicio para el crecimiento personal y académico de los agentes
inmersos en la práctica educativa.
Ahora, en el panorama desafiante y
dinámico de la educación superior, la adaptación continua emerge como un pilar
para los docentes universitarios. Esta reflexión resalta la necesidad de
abrazar el cambio de manera constante en el quehacer profesional, todo integrando
la tecnología, la creatividad y el pensamiento crítico para ajustar las
prácticas a las necesidades cambiantes de los estudiantes y de alguna manera
propender por dar respuestas coherentes y efectivas a los desafíos culturales,
sociales, académicos y profesionales del mundo globalizado actual. Y esto,
unido a la reflexión en la acción propuesta por Juliao-Vargas
(2011) hace énfasis en la necesidad de una evaluación continua y ajuste de
estrategias, herramientas y procesos durante la interacción en el aula,
permitiendo adaptaciones y mejoras continuas en materia de procesos educativos
y practicas docentes.
Para nadie es un secreto que la
enseñanza de la educación superior se encuentra en una constante
reestructuración y con ello presenta retos continuos que necesitan respuesta. En
este contexto, los profesores de educación superior necesitan innovaciones
pedagógicas que, más que procesos de aprendizaje, los conviertan en
experiencias de aprendizaje significativas y eficaces, como lo expresan las
valiosas ideas de los autores dialogando en este texto. Por lo tanto, se hace
una invitación todos los colegas para que sean conscientes de este desafío
llamado educación y a continuar explorando, aprendiendo y reinventándose
constantemente para garantizar un entorno educativo dinámico y enriquecedor que
inspire a los estudiantes a buscar el fortalecimiento de procesos mentales
complejos que les permitan desenvolverse en el mundo globalizado actual siendo
capaces de entrelazar la teoría del aula con la práctica de la vida real;
promoviendo de esta manera, la reflexión crítica, la conciencia ética, la participación activa, la
autonomía y autorregulación de todos los agentes activos del proceso educativo.
Finalmente, no hay que olvidar que el
mundo actual pasa por un momento en donde las prácticas educativas
tradicionales deben ser tejidas con la innovación y donde la experiencia
docente y el conocimiento teórico se deben encontrar con el mundo tecnológico.
Por ello, los docentes deben adecuar las herramientas existentes, las
estrategias didácticas y pedagógicas en función al entorno educativo y los
objetivos de aprendizaje del curso para brindar una experiencia de enseñanza
enriquecedora y solida en cualquier campo del conocimiento, territorio,
ambiente o contexto educativo en el que se desenvuelva un individuo en proceso
de reinvención académica, profesional o personal en un contexto universitario.
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Zubiría Samper, J. (2006). Los Modelos Pedagógicos. Hacia una
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[1] Licenciada en
Educación Básica con énfasis en Humanidades e Idiomas - Universidad Libre; Magíster
en Educación con énfasis en Didáctica de las lenguas-francés - Universidad
Libre. Docente de francés, Corporación Universitaria Minuto de Dios-UNIMINUTO.
Bogotá, Colombia. angiek.ardilag@gmail.com, angiek-ardilag@unilibre.edu.co, angie.ardila.g@uniminuto.edu ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0514-3978
[2] Licenciada en Ciencias Sociales – Institución Universitaria Politécnico
Grancolombiano; Magíster en Educación con énfasis en Gestión Educativa –
Universidad Libre. Técnica Operativa, Colegio Llano Oriental I.E.D. Bogotá,
Colombia. gise.velasquezf28@gmail.com, luzg-velazquezf@unilibre.edu.co, ORCID: https://orcid.org/0009-0004-8275-0119
Fecha de recibo: 29/01/2024 Fecha de aceptación:
05/25/2024
[3]
“Visiones inéditas de los principios didácticos o, como
suele ser más habitual, pueden beber de fuentes pedagógicas bien conocidas”
(Adell y Castañeda, 2012, p.17).
[4] Para efectos del
presente artículo, se considera boom tecnológico al fenómeno actual caracterizado
por el rápido y significativo avance en materia de tecnología de los últimos
años, lo que ha transformado radicalmente muchas áreas, entre ellas la de la
educación, en donde el uso de las tecnologías digitales y herramientas
innovadoras han transformado la manera en la que los docentes enseñan y los
estudiantes aprenden en el mundo interconectado actual.
[5] Entendida en este
artículo no solo como instrumento de medición de saberes o logros alcanzados por
un individuo sino como proceso esencial de la acción educativa para el
mejoramiento de las prácticas durante los procesos de enseñanza y aprendizaje.