La academia, atendiendo realidades sociales, políticas y económicas, se convierte en un escenario de inclusión a través del desarrollo de proyectos que tengan en cuenta a quienes históricamente han sido excluidos. Las consultas populares, los referendos, las iniciativas legislativas populares y los cabildos abiertos, son ejemplos claros de escenarios de democracia participativa que tienen sustento en la doctrina y en el trabajo científico que se hace desde la educación.
De igual manera, la investigación científica y sus resultados ofrece soluciones a los problemas estudiados y aproximaciones teóricas y prácticas a los que están por resolverse. Las evidencias de investigaciones desarrolladas, son muestra del alcance de la educación en las realidades sociales. La academia ha sido cercana a los problemas de la realidad colombiana y ha ofrecido soluciones de cara a escenarios de superación de conflictos armados para la construcción de paz y es por ello que su papel en el posconflicto debe ir encaminado a la inclusión social y a la divulgación del conocimiento científico que atienda las necesidades de la comunidad.